La historia de la víctima más joven del Covid-19

Francis Zamora (34) fue 4 veces al médico, pero lo mandaron de vuelta a la casa. b "Llorando me decía que no se quería morir", recuerda su mejor amigo.

Francis Miguel Zamora Arellano (34) fue cuatro veces a un recinto asistencial, ya que tenía tos seca, fiebre alta y dolor muscular. Sin embargo esa misma cantidad de veces fue devuelto a su casa. Hasta que el 28 de marzo recibió una llamada desde el Cesfam Laurita Vicuña, de Puente Alto, y le dijeron que le mandarían una ambulancia, ya que posiblemente tendría coronavirus. Pero ya era demasiado tarde, según su familia, ya que una semana después fallecería producto del virus.

A sus 34 años, este fotógrafo y artista audiovisual pasó a convertirse en la víctima fatal más joven por culpa del Covid-19 en el país. Según sus cercanos, él intuía que estaba contagiado, pese a la negativa en los centros asistenciales de realizarle la prueba para descartar la enfermedad, por lo que Zamora decidió aislarse para proteger a sus seres queridos.

"Él trabajaba en la municipalidad de La Granja, amaba su trabajo. Carolina, su mujer, estaba embarazada y decidió tomarse vacaciones el 13 de marzo para estar con ella y presente en el nacimiento. El 16 de marzo nació su hija, la que esperaba con ansias. Estaba feliz", contó a La Cuarta Felipe Osorio, el mejor amigo de Francis.

Contacto por WhatsApp

El día que fue padre, Francis temía ser portador del Covid-19, y el 23 de marzo fue al Cesfam Laurita Vicuña, donde lo mandaron para la casa, recetándole paracetamol y clorfenamina. Unos días después fue al Cesfam Bernardo Leighton, donde nuevamente le dijeron que se fuera para la casa. Él pidió que le realizaran el test de PCR (para detectar el virus), pero no lo pescaron ni en bajada.

"Días después lo llamaron desde el Laurita Vicuña y le dijeron que le mandarían una ambulancia, se lo llevaron al hospital Sótero del Río donde salió positivo para coronavirus. Inmediatamente lo aislaron y solo se contactaba con nosotros a través del celular. Tenía miedo de lo que le podía pasar, yo le decía que estuviera tranquilo, que pensara en su hija, pero su estado se agravó", agregó Osorio.

- ¿Qué te decía cuando estaba internado?

Me pidió que le fuera a dejar algunas cosas, se las fui a dejar pero no podía tener contacto con él. Nos mandábamos mensajes por WhatsApp ya que cuando lo llamaba le costaba mucho hablar. Hasta que le prohibieron responder llamadas. Llorando me decía que no se quería morir.

- ¿Desde cuándo lo conocías?

Nuestras mamás eran vecinas y amigas, quedaron embarazadas en la misma fecha. Nos criamos juntos y éramos casi hermanos. Le gustaba mucho el fútbol, y cuando jóvenes íbamos seguido al estadio a ver a Colo Colo.

- ¿Se pudieron despedir de él?

El día que falleció Francis solo nos dejaron asistir 20 personas, los más cercanos. Estábamos a 80 metros de distancia por todo el tema del contagio. La urna estaba sellada y le pusieron hormigón antes de echarle tierra. Luego de desinfectar el lugar nos pudimos acercar a dejarle un arreglo floral. Es mucha la pena, ya que él nunca tuvo enfermedades y era joven, no estaba en el rango de riesgo como dicen las autoridades.

- ¿Los llamó alguna autoridad?

Nadie, solo la muni donde trabajaba. Puede que no haya existido mala intensión al no realizarle el test para detectar el virus, pero falta más sensibilidad con los pacientes, ya que, entiendo, esta no es la primera vez que pasan casos de este tipo.

"Él estaba muy preocupado, incluso consultó si en La Granja teníamos algún espacio donde él pudiera hacer la cuarentena. Él sabía que estaba enfermo, quería hacer la cuarentena acá, se comunicó con nuestra gente. Se le había dicho que podíamos buscar algo al día siguiente, pero ese mismo día Francis ingresa al hospital", indicó Felipe Delpín, alcalde de la municipalidad de La Granja.

Indagarán posible negligencia en su caso

El caso de Francis no dejó indiferente a nadie. Es por esta razón que la Fiscalía Sur anunció la apertura de una investigación de oficio para establecer si hubo negligencia médica en su caso.

En tanto, desde el gremio de la salud, que dan una batalla sin tregua desde que comenzó la pandemia, también hubo palabras por su muerte.

"Se da a entender que la lamentable muerte de este joven es culpa del personal de salud. Soy médico y trabajo en Puente Alto, nosotros seguimos protocolos emitidos por el Minsal, que con este joven se siguieron. Estamos batallando contra un agente infeccioso del que sabemos muy poco", señaló L.M., una de las médicos que vio a Zamora.

"Hemos visto que los síntomas varían drásticamente de una persona a otra y que incluso en el mismo individuo pueden cambiar significativamente en horas. Los que trabajamos en el sistema de salud no somos enemigos, todo lo contrario, de corazón estamos dando lo mejor de nosotros, haciendo nuestros miedos a un lado, para poder enfrentar esta pandemia", agregó la profesional de la salud.

Desde el Sótero del Río declinaron referirse al respecto, debido a la Ley de Derechos del Paciente.

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