Por tercer añito consecutivo, la muni de Lampa se las mandó con su Programa Social Viajes a la Playa 2017 y logró que más de 12 mil vecinos de la comuna viajaran a mojarse las patitas en el mar.

El brillo, aplaudido por toda la barra lampina, busca beneficiar a aquellas familias que no pueden costear sus paseos familiares al litoral central. Así la comunidad puede participar de paseos al balneario de Cartagena, donde se realizan actividades deportivas y de entretención como clases de zumba masivas para peques y guailones, además de juegos y dinámicas que sacan sonrisas en cada jornada.

Pa' Graciela Ortúzar, sheriff de la comuna, "siempre ha sido mi principal ocupación atender a las familias vulnerables en gran parte de sus requerimientos. No obstante, no se puede olvidar que la recreación y la integración social de las familias, son claves para el desarrollo humano y social de los vecinos, la vida comunitaria hace de Lampa una comuna más humana y más comprometida y eso se nota en el éxito de estos viajes".

La alcaldesa admite que "sabemos que este programa no es para unas vacaciones completas, pero las mamás y niños -los principales beneficiarios- lo aprovechan al máximo, porque es un ahorro significativo cuando es una familia numerosa y cuando no se cuenta con los recursos económicos, por ello hacer un modesto aporte no sólo otorga más actividades de verano a la comuna, sino que también alegra y enriquece la vida familiar".

Todos felices

Eileen Palma, directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco), estuvo a cargo de movilizar y gestionar la estancia de los más de mil vecinos diarios que llegaban a la playa. La dire contó que "cuando no hay recreación o espacios para compartir, los niños y jóvenes se vuelven vulnerables porque salen a las calles, las mujeres tienen depresiones por la rutina y los adultos mayores se sienten aislados y excluidos. Cuando se produce una oportunidad de pasarlo bien en familia es sumamente beneficioso porque aporta a mejorar las relaciones familiares, por ende su desarrollo personal".

Desde 2015 son más de treinta mil las familias y mil las organizaciones sociales que han disfrutado de los paseos a la playa al gratín. María Isabel Jara, de 63 primaveras, relata que "esta es segunda vez que vengo. Lo paso súper bien, nos traen y nos regalonean, también se preocupan de nosotros con paramédicos, por si alguien se enferma. Yo soy diabética y tengo que trasladarme en silla de ruedas, lo que no es fácil, por ello estoy muy agradecida".

Mientras, Pedrito Aravena soltó que "nosotros somos seis y sacar a los niños, mi señora y mi suegra sale plata, casi siete mil pesos cada uno. Más de cuarenta mil pesos que no gasto y que además me sirven para guardarlos para marzo, que es un mes complicado".