Para nadie es un misterio que las brasileñas son unas diosas bendecidas por la genética, al gastarse una anatomía que cualquier eva del universo quisiera tener. Sin embargo, la magia no alcanza para todas y hay quienes deben cargar con una mala jarra.

Ese es el caso de la garota María Helena da Silva, quien quedó en prisión preventiva tras ser acusada por el delito de robo en lugar habitado, en un palacete ubicado en la calle Blanco Encalada, al norte de Antofagasta.

De acuerdo a los antecedentes que le proporcionó la Fiscalía a La Cuarta, la mujer aprovechó su extrema delgadez para colarse por un espacio de 25 centímetros que hay entre el suelo y el portón del domicilio.

El hecho fue advertido por un vecino, quien cachó que la dueña de casa estaba en los brazos de Morfeo y atinó a llamarla para que encendiera las luces de la casa y meterle cuco.

Al salir a defender su hogar, cachó a una esmirriada mujer atrapada en el portón que da a la calle.

''La imputada estaba con la cabeza y parte de su cuerpo hacia la calle'', nos contaron en colores desde el Ministerio Público.

Y en ese momento, funcionarios de la 2° Comisaría de Carabineros de Antofagasta se aparecieron por el lugar y se encontraron con la garotiña, quien se movía más que en el Carnaval de Río, para tratar de zafar de la incómoda posición en la que se encontraba.

Finalmente, los verdes la asistieron y se la llevaron detenida, pues escondía entre sus piernas el celular de la dueña y una bolsa con otros artículos que se choreó del domicilio.

Dramas

Tras su detención, la mujer fue formalizada y su defensa argumentó que tendría serios problemas con las drogas y no descartaron que padezca algún trastorno mental.

Por esa razón, la Fiscal Yasmina Aspe (arriba) solicitó exámenes psiquiátricos para establecer si está en condiciones de afrontar un juicio.

Mientras tanto, la brasuza escurridiza espera en prisión preventiva que pasen rápido los 50 días que dictaminó el Tribunal como plazo de investigación.