Las primeras fotos de Josef Fritzl, “el monstruo de Amstetten”, fuera de la cárcel

Foto: Reuters/Robert Jaeger.
Foto: Reuters/Robert Jaeger.

El austríaco de 88 años, condenado por haber violado y secuestrado a su hija durante 24 años, será trasladado desde un centro para personas con enfermedades mentales a una prisión común.

Por más de dos décadas, ninguna persona del entorno del Josef Fritzl sospechó de lo que sería capaz: el austríaco mantuvo a su hija Elisabeth secuestrada en el subterráneo de la casa familiar y la obligó a tener relaciones sexuales. Como resultado de los abusos reiterados tuvieron siete hijos-nietos, que también vivían en cautiverio.

Los crímenes se extendieron desde 1984, cuando Elisabeth tenía 18 años, hasta 2008. Solo comenzaron a destaparse luego de que una de las hijas que tenían estaba enferma y tuvo que ser trasladada a un hospital.

Ahí, los médicos encontraron que la niña tenía una carta escondida donde se relataba el tormento de la hija de Fritzl.

En 2009, el austríaco admitió todos los delitos que se le acusaban -violación, incesto, asesinato, secuestro y esclavitud- y fue condenado a prisión perpetua. Hasta tuvo que cambiarse su apellido a Mayrhoff cuando entró a la cárcel, con el fin de no sufrir represalias de otros reclusos.

Las primeras fotos de Josef Fritzl fuera de la cárcel

A pesar de que Fritz es considerado uno de los criminales más monstruosos de Austria, debido a la serie de delitos que cometió por décadas, un tribunal de aquel país determinó recientemente que “ya no supone un peligro para la sociedad”.

Por lo anterior, el hombre de 88 años fue trasladado desde un centro para personas con enfermedades mentales a una prisión común, bajo la condición de que asista a terapia psiquiátrica de manera regular.

Los jueces sustentaron su decisión en la edad actual de Fritzl, además de un inicio de demencia.

Las fotos de Josef Fritlz tras la audiencia.
Las fotos de Josef Fritlz tras la audiencia.

Tras el veredicto del tribunal, fotógrafos lograron capturar el momento en que el imputado era trasladado de vuelta a la cárcel. En una de ellas se aprecia al hombre tapándose frente a la cámara y en otra sonriendo.

Su defensa considera que este cambio es el primer paso para solicitar libertad condicional, lo que podría pedirse en un año más.

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