Los riesgos de beber en exceso durante la juventud

Males como el Alzheimer, diferentes tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas pueden presentarse de manera prematura entre los adolescentes que consumen alcohol en grandes dosis.

El consumo de alcohol entre los adolescentes, caracterizado por la ingesta de elevadas dosis durante un corto período y conocido como atracón por alcohol, tendría -a largo plazo- vinculación directa con la aparición prematura de enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer y otras demencias asociadas con el envejecimiento.

Eso detalla una investigación realizada por el Centro de Investigación y Estudio del Consumo de Alcohol en Adolescentes (Ciaa), liderada por el doctor Waldo Cerpa, subdirector del Centro de Excelencia de Biomedicina de Magallanes.

Utilizando como modelos de estudio animales jóvenes que fueron sometidos a un consumo excesivo en un tiempo breve, el equipo de Cerpa analizó los cambios ocurridos a nivel cognitivo. El resultado fue la aparición de una serie de marcadores inflamatorios y de estrés oxidativo, que estaban alterados y que tienen relación con patologías vinculadas con dificultades en la memoria, las que afectan la calidad de vida en la Tercera Edad.

"Cuando los adolescentes beben en grandes cantidades, no sólo están predisponiéndose para una adicción cuando sean adultos, sino que están generando daño en su cerebro, porque tienen una capacidad más sensible para metabolizar alcohol que las personas mayores. Además, lo hacen en un período de tiempo muy breve, es el tipo de patrón de consumo propio de los adolescentes. La mayoría de los adultos que beben, incluso en exceso, lo hacen en tiempo más largos, además, la misma ingesta que no afecta de forma dramática a quienes superan los 25 años, puede producir problemas cognitivos en los jóvenes a largo plazo", detalló el académico.

"Nosotros pensamos que si somos capaces de intervenir algunos de estos mecanismos, a través de moléculas bioactivas extraídas de plantas y algas endémicas de la Región de Magallanes, podríamos prevenir algunos de los posibles daños cerebrales producidos por beber en exceso, sobre todo en los jóvenes", agregó Cerpa.

El investigador fue enfático en declarar que existen una serie de factores genéticos que pueden predisponer la aparición de enfermedades neurodegenerativas en las personas de manera ineludible. Sin embargo, el consumo de alcohol por atracón en la adolescencia adelantaría este proceso.

Cerpa recomienda retrasar lo más posible el inicio del consumo de alcohol en la población, hasta que el cerebro esté formado, es decir, los 23 a 25 años. "Lo ideal es que antes de esa edad, los jóvenes no consuman, después de eso, el cerebro ya se terminó de desarrollar y el deterioro que se produce es menos significativo. Pero antes, entre los 12 ó 13 y los 20 años es una ventana de tiempo demasiado crítica".

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