Madre de Tomasito a un año de la desaparición que paralizó al país: “Mi hijo nunca estuvo acá”

En entrevista con La Cuarta, Estefanía Gutiérrez detalla una de las hipótesis del caso y aclara que “no se ha encontrado ninguna prueba para culpar a mi tío”.

“Solo pensar en que se cumple un año, no tengo las ganas. De solo acordarme de ese día, me quiebro entera”.

Con estas palabras, Estefanía Gutiérrez, madre de Tomasito, se refiere a lo ocurrido el 17 de febrero de 2021, hace exactamente un año, cuando el pequeño de 3 años desapareció en el sector rural de Caripilun, en la Provincia de Arauco, Región del Biobío, tras salir a acarrear vacas junto a su tío abuelo, Jorge Escobar.

En entrevista con La Cuarta, la joven entrega detalles del momento en que el caso se dio a conocer a la luz pública, transformándose en un tema nacional.

“Cuando se pierde mi hijo, llega Bomberos, le saca una fotografía y lo hace público. Luego, al otro día, mi hermana lo vuelve a publicar y una señora que era de Coronel ve la noticia y llama a la televisión. Ahí nos contactaron”, recuerda.

Asimismo, indica que la difusión mediática “favoreció” en primera instancia, ya que “era importante que la gente supiera la situación de mi hijo, por si lo veían en alguna parte. Gracias a eso también se solicitó ayuda. Pero, por otro lado, también afectó mucho, porque se cometieron muchos errores, se hablaron cosas que no se debían, se inventó un montón de cosas y eso perjudicó mucho a la búsqueda de mi hijo y también a la investigación”.

Búsqueda

A la fecha, Estefanía sostiene su teoría: Tomás fue trasladado de la zona y “nunca estuvo” donde finalmente hallaron su cuerpo el 26 de febrero, a nueve días de iniciada la búsqueda.

“Después de un año todavía no hay nada certero, no se ha encontrado ninguna prueba para culpar a mi tío, porque también se dijo que él fue, que lo llevó para allá, pero resulta que los tiempos no cuadran. Mi hijo nunca estuvo acá durante esos días. Imposible. Hubo personas buscándolo con drones, rescatista de todo tipo, de muchas partes, hasta perritos llegaron acá”, rememora.

“Una de esas agrupaciones de perritos marcó siete veces el camino. Le pasamos ropa de mi hijo y estuvieron en el lugar donde, supuestamente, estuvo Tomás por última vez. Una perrita -me contaba el líder de esta agrupación-, nunca se ha equivocado; siempre ha estado en búsquedas y ella marcaba desde donde se dejó mi hijo hasta el camino (carretera)”, añade.

En la misma línea, la joven precisa que “mi hijo igual estaba muy cerca del camino, por qué no puede ser eso también una línea de investigación. Yo no me cierro a una sola hipótesis porque pudieron haber pasado muchas cosas. Y la policía, lamentablemente, durante esos nueve días solamente se enfocó en buscar en mi casa, en el cerro”.

“Siempre fuimos muy abiertos a todo, porque yo solo quería encontrar a mi hijo. Nunca les cerramos la puerta, todo lo que la policía pedía nosotros lo hacíamos, pero lamentablemente solo se enfocaron acá. Yo siempre le dije a la fiscal ‘por favor, revisen cámaras, entren a bodegas’”, complementa.

Para ejemplificar, revela “que un primo fue solo a buscar a mi hijo, sin policías, y salió un caballero con una escopeta porque pensaba que le estaban robando. Era importante pedir el permiso para entrar a las casas y no lo hicieron. ¿Por qué? Si mi hijo pudo haber estado cerca de acá, alguien lo pudo haber escondido, entonces eran muchas posibilidades y la policía estaba cerrada acá. Perdieron mucho tiempo y acá nunca se encontró nada”.

Futuro del caso

En relación al futuro del caso y la investigación liderada por Fiscalía, Estefanía advierte que “hay que seguir esperando, no sé cuánto, pero tenemos que esperar los resultados científicos para tener alguna respuesta”.

“La verdad es que uno nunca pierda la esperanza. Sobre todo una mamá. A veces es muy difícil, es muy complicado, pero no me he dado por vencida y voy a seguir en esa postura porque es mi hijo el que se fue. No me voy a cansar hasta hacer justicia”, concluye.

“Dese soñarme con él”

Sobre el recuerdo de su hijo, devela que “antes me soñaba mucho con él, pero después de un tiempo ya no pude. La última vez que lo vi fue hace como cuatro meses atrás y siempre lo veo nada más. Una vez me abrazó, me dice palabras muy cortitas, pero es como muy rápido todo. A veces deseo soñarme con él, que me venga a ver. Siempre le digo, todas las noches, pero no me ha venido a visitar”.

A un año de la desaparición de Tomás, la familia del pequeño organizó una velatón que se desarrollará este jueves en la Plaza de Armas de Arauco.

“Este jueves, a las 8 de la tarde, justo a la hora que fue la última vez que vi a mi hijo, se hará una velatón y una pequeña ceremonia en la Plaza de Armas de Arauco”, confirma Gutiérrez.

“Hay mucha gente que me ha dicho que va a ir, gente incluso de afuera, y también quieren venir el 26 de febrero. La gente no se olvida de mi Tomi, siempre me preguntan y eso es lo que ha permitido que el caso se siga investigando y para mí ha sido una ayuda fundamental”, reconoce.

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