Malandras reventaban cajeros pa' enchularse

Robándose hasta los suspiros de los polis, un trío de bellas y audaces hamponas saltó de la pasarela del anonimato al banquillo de los acusados, luego que fueran detenidas por prestarle cobertura a una banda de ladrones de cajeros automáticos.

Las beldades fueron laceadas por los sabuesos de la PDI, ya que prestaban servicios de vigilancia a unos cumas para que reventaran dispensadores de billetes tranquilamente sin ser molestados.

"Se trata de una organización cuyos integrantes tenían papeles bien definidos. Mientras una parte reventaba los cajeros mediante la saturación por gas, otro grupo se encargaba del escape lanzando miguelitos. Las tres mujeres se dedicaban a vigilar el lugar y avisar en caso de policías", señaló el subprefecto Cristián Guzmán, jefe de la Biro Occidente.

Las delincuentes, identificadas como Michele Vera, Denisse González y Beatriz Chandía, sacaban una tajada de 500 lucas por cabellera en cada atraco, los que se llevaban a cabo principalmente en malls, centros médicos y en el casino de juegos como el Monticello, invirtiendo el billete en el cuerpecito que el Pulento les obsequió.

"Las tres detenidas se juntaban con sus cómplices en locales nocturnos, ya que eran asiduas a las discoteques y pub donde planificaban los atracos. El dinero que ellas reunían lo usaban para realizarse cirugías plásticas", explicó el sabueso Guzmán a La Cuarta.

A MIAMI

Las tres féminas venían operando desde, al menos, el año pasado, por lo que se le achacan un mínimo de veinte robos de cajeros, por lo que el botín se empinaría fácil en unos 10 millones de pesos. Suave.

"Una de las mujeres, Michele Vera, es la viuda de un ex integrante de esta banda, el que falleció durante un robo a un Mampato hace dos años en Las Condes. Ella tomó su lugar, pero cumpliendo labores de vigilancia", indicó el poli.

Las cabras no se conformaron con solo un enchulamiento, ya que se convirtieron en fanáticas del bisturí. Tanto así que ya tenían comprado pasajes a Miami y Colombia, donde se irían a realizar otros retoques.

"Tenían listo el viaje al extranjero, pero el procedimiento policial les arruinó sus planes", parló el mandamás de la Biro Occidente.

Las tres muchachas, junto a sus 12 compinches, quedaron en prisión preventiva mientras dure la investigación, por lo que sus nuevos carachos podrían marchitarse por culpa del sol a cuadros.

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