Custodiada por cuatro funcionarios de Gendarmería, dos de ellos fuertemente armados, la peluquera Jeannette Hernández, madre de los hermanos Rojo, llegó a una de las salas de audiencia del Tribunal de Garantía de Puente Alto.

En la audiencia su abogada de la Defensoría Sur, Ximena Silva, solicitó la realización de nuevos exámenes mentales en el Instituto Siquiátrico Doctor José Horwitz, lo que fue denegado, al igual que la suspensión del procedimiento.

La mujer está presa por su supuesta participación en la muerte de su hijo Esteban y las graves lesiones neurológicas ocasionadas a su retoño Pablo, ambos golpeados con un objeto contundente. El crimen ocurrió el 17 de enero de 2008.

ALUCINA

Silva entregó detalles de pericias efectuadas a Jeannette por la siquiatra Wilma Águila, quien la trató por casi un año. Entre los antecedentes se conoció que rallaría la papa con aliens.

Las alucinaciones son de tipo crónico y para ella son muy naturales. "La paciente presenta una relación alterada con la realidad", leyó la abogada Silva.

Por si fuera poco, en la imputada "se observan alucinaciones sensoriales y auditivas".

Silva aclaró que su defendida "escucha en sus sueños la voz de su hijo que está en el paraíso y la tranquiliza".

Además a Hernández (es testigo de Jehová) le detectaron alucinaciones visuales con contenidos religiosos.

Una tía y una abuela de la mujer tienen serios trastornos mentales. La imputada tendría sicosis endógena. A Hernández la han sometido también a exámenes en el Servicio Médico Legal.

¿EXCUSA?

Pablo Sabaj, persecutor de la Zona Metropolitana Sur que indaga el caso junto a su colega Patricio Vergara, señaló que Hernández "no está sana mentalmente", pero, según los peritajes, es imputable ante la justicia.

Agregó que la imputada "no padece una enfermedad mental que la haya hecho cometer los crímenes bajo el dictamen de alucinaciones. Nos parece que está en pleno conocimiento de lo que estaba haciendo".

Agregó que Hernández sufre trastorno de personalidad y un ocasional síndrome suicida, "claramente revestido a sentimientos de celos por constatación de infidelidad. Estas alteraciones de tipo patológica no tienen relevancia médico legal".

Luis Vieyra O.