Mamitas: Cuidado con los molestosos piojos este invierno

SANTIAGO.- Se suele decir que cada año, en marzo, los piojos entran a clases al igual que todos los escolares del país. Sin embargo, estos poco amigables parásitos no son exclusivos de niños, y tampoco de una época del año determinada, aunque en invierno, como existe mayor hacinamiento, hay más contacto y por ende más posibilidad de contagio.
Mucho más desechable es la idea de que el problema de los piojos es sólo de una clase social. Esto lo reafirma la enfermera de ENAC Michelle Matthey al comentar que “la pediculosis no hace distinciones de ninguna especie”. “Aunque estos parásitos suelen ser negros, con personas rubias se mimetizan, haciéndose más claros”, pitó dejando en claro que nadie se salva de estos “amiguitos”.
La caperuza es clara: La pediculosis no se puede evitar. No existe el remedio mágico ni vinagre maravilloso que pueda eliminarlos. Lo único que puede hacer la Barra Pop desde la casa es tomar ciertas precauciones para disminuir el riesgo de contraerlos y evitar su propagación.
Eso no es todo, porque además de afectar a todas las clases sociales, también lo pueden contraer los adultos. Sin embargo, son los peques los que están más complicados porque están más “pegados” a sus amigos y constantemente se prestan utensilios de uso personal. La profesional explica que los piojos se contagian tanto de manera directa como indirecta, es decir, tanto de cabeza a cabeza como por el uso común de cepillos de pelo, por ejemplo.
De esta manera, la manera más efectiva para evitar contagiarse con estos bichos es
precisamente evitar prestarse las peinetas, pinches, cintillos y gorros, los que además se deben lavar frecuentemente.
Además, se recomienda que las personas usen el pelo amarrado cuando estén en lugares con mucha gente – como transporte público o colegio – y que los hombres, en lo posible, usen el pelo corto. De la misma forma, cuando un niño presenta el problema se debe avisar inmediatamente en el colegio, para evitar que se propague.
Si ya está con los “amigos”
Cuando todo lo anterior no sirvió y un miembro de la familia llegó con piojos a la casa, la enfermera aconseja que sea toda la familia la que se someta a tratamiento, presenten o no picazón. Esto, porque la pediculosis también puede ser silenciosa.
Una vez atacado este frente, se debe enfrentar el más difícil. La enfermera señala que los únicos productos que sirven para atacar a los piojos son los pediculicidas que venden en las farmacias.
El recientemente prohibido lindano o la parafina son muy dañinos, porque se absorben a través del cuero cabelludo y son muy tóxicos. Lo que Matthey recomienda son los productos que se aplican sobre la cabeza en seco, pues, según explica, al mojar el pelo el piojo cierra su “opérculo”, u orificio que tiene este parásito en su cuerpo, lo que evita que entre el veneno.
Luego de eso viene el enjuague. En esta etapa la enfermera reconoce que el vinagre puede ser de gran ayuda, pero sólo para usarlo en forma complementaria: “Si se aplica un poco de vinagre en el último enjuague resultará más fácil remover las liendres, pues este líquido ayuda a disolver la sustancia cementante con que las liendres se adhieren al pelo”.
Para la especialista los productos naturales, como la cuasia, también actuarían como una ayuda a los pediculicidas tradicionales. “Sus propiedades son principalmente balsámicas, haciéndola un producto ideal para complementar el uso del peine de acero”.
Pero lo más importante de todo es saber que los shampoo sólo atacan al piojo: “Cada piojo maduro pone alrededor de 10 huevos o liendres diarios. En siete días estos huevos se convierten en nuevos piojos jóvenes, que al madurar ponen también nuevas liendres. Si se considera que cada piojo puede vivir hasta 40 días, podemos tener hasta 400 huevos nuevos de cada uno de los piojos que están en la cabeza. De esta manera, como el shampoo no mata las liendres es importantísimo que el tratamiento se repita a los siete días”, enfatiza la profesional.
Después de aplicado el pediculicida es recomendable usar peines magnéticos, muy conocidos por tener los dientes muy juntos, lo que permite desprender piojos y liendres que siguen adheridos al pelo. Además, se aconseja revisar y limpiar la cabeza manualmente, teniendo en cuenta que el lugar donde primero se localizan estos parásitos es en la nuca y en la zona retroauricular (detrás de las orejas), pues esas son las zonas más cálidas de la cabeza.
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