Con lienzos, banderas, pancartas y silbatos, un grupo de más de 200 personas ingresó en la mañana de ayer a los jardines de la sede del Congreso Nacional en Santiago, mientras al interior del edificio sesionaban diferentes comisiones.

Se trató de personas pertenecientes a comités de viviendas, a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), al movimiento No más AFP y también relacionadas a la educación y salud, entre otros.

La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, señaló que la idea fue solicitar una asamblea constituyente para reformar la Constitución, a diferencia de la propuesta de un Congreso Constituyente.

Tranquilidad en el ex Congreso

La situación ocurrió cuando un grupo de personas llegó hasta las afueras del edificio legislativo y logró colarse, de forma tranquila y ordenada, hasta los jardines, donde en ese momento se realizaba un punto de prensa.

Luego, el presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores, aclaró que fue él quien pidió que los dejaran pasar, con el fin de que no existiera violencia. "Y salió muy bien", señaló.

Los manifestantes se quedaron al interior del recinto por cerca de media hora. Ante lo sucedido, personal de Carabineros decidió cerrar las puertas del edificio para evitar que más manifestantes entraran.

El diputado del Frente Amplio, Gonzalo Winter, indicó que "fue muy simbólico lo que pasó. Hay que aclarar que no hubo ningún incidente, ni empujón ni mala palabra (…) El pueblo nos está haciendo un petitorio, está pidiendo una nueva Constitución. Lo que está haciendo es decir que la quiere escribir".