Una Alerta de Culebrón Suelto, ACS, en la jerga cortapalo, fue declarada ayer en la comuna de San Rafael, norte de Talca, luego que lugareños juraran haber visto serpenteando en orillas del río Claro una anaconda de este porte.

La bicha, según los vecinos, mide entre 6 y 8 metros, viste uniforme de camuflaje, y tiene los ojos rojos del porte de una ampolleta de 40 watts.

El último avistamiento se produjo en el sector de El Sauce. Un parcelero le relató a su comadre que mientras dormitaba a la sombra de una higuera, luego de haber desayunado un botellón de aguardiente con harina, sintió un penetrante silbido. Al levantar la cabeza para cachar de dónde venía el pito, el Pepe Lucho quedó frente a frente con el engendro que estaba enrollado como resorte en las ramas del árbol. La visión le paró los pelos, pero le salvó la vida, ya que el tufazo que recibió obligó al reptil a lanzarse de cabeza al río en busca de alivio para la caña instantánea que le provocó el curagüilla.

Otras versiones aseguran que la culebra se escapó desde un fundo de Corinto, donde se crían animales exóticos, pero César Campos, trabajador del predio de Juan Bilbao, dijo que su patrón sólo cría ciervos, jabalíes y unicornios azules.

Bernarda Gutiérrez también sospecha de Bilbao. "Hace tiempo que no he visto algo tan largo y tan grueso, pero dicen que es capaz de comerse un chancho. La gente asegura que se le arrancó a un viejito excéntrico que colecciona fieras".

El agricultor Luis Sepúlveda, vecino de Bilbao, es más aterrizado. "Las anacondas, también llamadas kuriju o sicuríes, no son de rulo. Viven en el agua y este año el río está más seco que escupo de momia. Son puras chivas, leseras de la gente o cuentos de curados", aclara el wikipédico personaje.

Carabineros de San Rafael aseguró que no existen denuncias concretas sobre ataques.

"Negativo, no hay constancia de culebreos en el cuadrante", precisó un funcionario.