A María Figueroa Mercado (76) casi se le salió el marcapaso de la emoción cuando, en la mañana de ayer, carabineros de la 3a Comisaría de Santiago la llamaron para avisarle que, gracias al diario pop, habían encontrado a su hermano perdido desde el 19 de enero pasado.

La nonita, que durante 18 días buscó a Juan Figueroa (73) por cielo, mar y tierra, encontró a su querido Juancho luego de poner un aviso en la sección El dedo en la Llaga de La Cuarta.

La abuelita nos contó angustiada que su pariente, aparte de los dramas de su edad, sufre alzheimer.

El relato nos partió nuestro corazón de abuelita y publicamos altiro el drama de María.

VISITA

El calvario comenzó el lunes 19 de enero, cuando María, vecina de Quilicura, visitó a su hermano en Santiago Centro.

"Le di desayuno y me fui a mi casa", recordó con pena.

"Él quedó con dinero para almorzar afuera y en su billetera puse su carné vencido y un papelito que decía 'yo me llamo Juan Figueroa, vivo en Cumming 1368 y el teléfono de mi hermana es éste'. Esa fue la última vez que lo vi", soltó.

Todo era tristeza para María Figueroa, hasta que el pasado miércoles 4 de febrero el funcionario del Hospital San José, Miguel Montenegro (52),  compró La Cuarta y comenzó a hojear el diario.

Apenas leyó "El dedo en la llaga" cachó que uno de los pacientes del sexto piso del hospital, que estaba en condición de NN, era igualito al que aparecía en la foteli del diario.

Sin dudarlo, pescó el cuernófono y nos contó la buena noticia: El "Juancho" estaba allá.

Como sí contaban con nuestra astucia, llamamos  de una a Carabineros, quien le dio el aviso a la señora María. Ella, por su parte, estaba cansada de  recorrer todo Santiago con lupa en busca de  su hermano.

Por eso, cuando le dijeron que todas las enfermeras del sexto piso del Hospital San José estaban atendiendo al tatita, que le daban comida calientita en la boca y que incluso lo afeitaron y le cortaron el pelo, partió de una para el centro médico ubicado en la comuna de Independencia.

BENDICIÓN

Como todos los héroes quieren pasar lo más piola posible, Miguel Montenegro, el lector que hizo el llamado al diario pop,  sólo se limitó a decir "yo siempre los leo", guardando el bajo perfil.

Eso sí, recibió el agradecimiento eterno de María Figueroa.

Por otra parte, cuando llegamos al hospital a ver el reencuentro, la nonita altiro se acercó a nosotros, casi llorando para agradecernos.

"Para mí fue como una bendición. Imagínese que lo he buscado por todos lados; en los hospitales, en las postas, en el psiquiátrico, en el Hogar de Cristo, pero nadie tenía información. Si no hubiese sido por La Cuarta, este encuentro no habría sucedido. Siento una emoción inmensa", relató la nonita.

Jaime Liencura M.