José Patricio Fuentes (19) tenía nueve meses cuando fue separado de su hermano Marcelo Antonio, en 1993. Los pequeños estaban unidos por el hígado y sus corazones. "Pepito" se transformó en celebridad cuando la operación fue exitosa. Una fama que no quiso y con la que hasta la fecha tiene que lidiar.

La intervención que hoy le realizarán a las pequeñas siamesas María Paz y María José en el Hospital Calvo Mackenna reabrió cicatrices que José pensaba que ya estaban cerradas.

Aunque la cirugía salvó su vida y la de su hermano, una infección broncopulmonar le arrebató a Marcelo a los ocho años. Su muerte fue algo que nunca pudo superar, aunque "estoy en proceso. Creo que es un tema que nunca se va a cerrar".

Reconoce que nunca fue una lumbrera en el colegio, pero que ahora en la universidad, donde cursa primer año en análisis de sistemas, le ha ido bien.

Su mayor temor en la universidad era que sus compas lo vieran distinto. El mismo miedo que tiene cada vez que alguien se le acerca.

"Es un nerviosismo que me vayan a reconocer. No quiero que me hagan las mismas preguntas de siempre, que me pregunten qué está haciendo mi hermano o qué pasó con él", afirmó.

Con el tiempo se dio cuenta de que sus pares lo tratan igual y se tranquilizó. Fanático de Colo Colo, de la música heavy metal y de pocos amigos, Pepe reconoce que lo ha pasado bien y sueña salir del país a recorrer el mundo y dejar el departamento en Renca, donde vive con su madre y su abuela.

- ¿Te incomoda ser reconocido como uno de los pocos siameses que han sobrevivido a operaciones?

Me incomoda un poco, incluso decírselo a mis amigos, porque no sé cómo van a reaccionar. Son pocas las personas que saben.

- ¿Estás al tanto de lo que pasa con las pequeñas siamesas de Loncoche?

- Escuché que las iban a separar, nada más. Ver esas noticias me hace recordar mi experiencia, la operación y saber todo lo que te ocurrió.

- ¿Te afecta mucho?

- Puede sonar frío, pero ya me da lo mismo. A veces te dan ganas que haya otros como yo, que sobrevivan los dos, pero generalmente muere uno, ese es el problema.

-¿Tu deseo es que no ocurra lo mismo que pasó con tu hermano?

- Mi ilusión es que sobrevivan las dos niñitas, que corran la misma suerte que tuve. Da la casualidad que son pocos lo que han sobrevivido.

- ¿Y qué le dirías a la madre, Jessica?

- No soy creyente, pero le diría que tenga fe, porque con eso se mueven montañas.

-¿Cómo lo haces para pagar tus estudios?

- Tengo la beca (que fue otorgada durante el gobierno del ex Presi Patricio Aylwin). Con eso pago los estudios.

-¿Eres el hombre de la casa entonces?

- Soy el hombre de la familia. Me ha costado asumirlo, desde que murió mi hermano quedó todo en manos mías. A veces me toca ser el chistoso de la casa para alegrar a la familia. Mi mamá es como una niña, la tengo que controlar, pero ella trabaja, así que puede hacer lo que quiera.

-¿Cuántas operaciones tienes?

- Perdí la cuenta. La última fue hace cuatro años (le sacaron una pelotita de cartílago que tenía en el pecho).

¿Crees que tu hermano estaría orgulloso de lo que has logrado?

- Creo que sí, siento que lo he hecho bien.