Menor debe estudiar en auto de su padre por culpa de infernales carretes

Centro de Eventos no controla los decibeles de la música en sus celebraciones y tiene a los vecinos del condominio "Los Robles", en Villa Alemana, en pie de guerra. "Desde que llegaron, se hicieron notar. Siempre a todo volumen", reclaman.

Un calvario acústico que data de 2017 quedó al descubierto en Villa Alemana. Un menor de iniciales V.J., de 11 años, tiene que estudiar al interior de la camioneta de su padre para concentrarse en las materias y evadir el fuerte ruido de celebraciones que se llevan a cabo al interior de un centro de eventos colindante a su hogar.

Los vecinos del condominio "Los Robles" están chatos y, unos cuantos, con ojeras que llegan hasta el suelo porque en el local de eventos "Verde Mostaza" no se miden con el volumen y tiran todo el guataje a la parrilla durantes sus brillos y no dejan dormir a nadie por las noches. Ojo que en el día, la situación tampoco es muy diferente.

Dicho local se instaló en la zona hace 20 años, pero en los últimos dos la situación se fue a las pailas. ¿La razón? Hubo cambio de dueño. "Desde que llegaron, se hicieron notar. Siempre a todo volumen. Llegan buses con adultos mayores para hacer actividades, a fin de año se realizan fiestas de empresas o graduaciones de colegios, lo que no reviste mayor problema. No obstante, el ruido llega a ser ensordecedor", dijo el padre del menor.

Los hechos habían sido denunciados a Carabineros, pero estos les habrían señalado a los moradores de las viviendas colindantes al "Verde Mostaza" no poder hacer más que ir a pedir que bajaran el volumen.

La situación causó revuelo a nivel nacional, al punto de que la autoridad comunal, José Sabat, se reunió con los vecinos afectados y el responsable de su malestar para mediar y buscar soluciones que dejen a todo mundo contento.

"Se armó un revuelo muy grande por la foto de mi hijo en la camioneta, así que hoy (ayer) nos pusimos en contacto directo para ver soluciones. En resumen, el alcalde José Sabat comprometió al dueño del centro de eventos a ejecutar medidas de mitigación y bajar el volumen", dijo el padre del menor afectado.

Finalmente, la muni le bajó el guataje a las celebraciones y el dueño se comprometió a la construcción de una concha acústica para disminuir el fuerte ruido que tiene con estrés a los habitantes de esa zona y que V.J. vuelva a oir los grillos en su hogar.

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