En entrevista con La Cuarta, la secretaria de Estado afirmó que “al final la empresa también gana”, ya que la aplicación de esta ley permitiría “menos ausentismo, menos licencias médicas y renuncias”.
“El Congreso tiene sus propios tiempos y nosotros somos respetuosos de eso, pero el Presidente Boric pidió ponerle urgencia en la tramitación, así que esperamos que ojalá pudiera estar antes de fines de agosto”.
De esta manera, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, mostró su optimismo sobre el avance del proyecto de ley de conciliación de la vida laboral, familiar y personal.
Se trata de una iniciativa que ya fue ingresada por el Senado y que busca incorporar el derecho a jornadas de trabajo híbridas —presencial y telemática— para personas que realicen labores de cuidado a menores de doce años, y a personas con dependencia severa o moderada.
En entrevista con La Cuarta, la secretaria de Estado destacó que “con la pandemia se implementó masivamente el teletrabajo, entonces hubo varios aprendizajes, de cosas positivas y otras que se podían mejorar. Se pudo ver que es posible hacer teletrabajo, que hay una conciliación entre la vida familiar y laboral y aspectos súper concretos, como la disminución de traslados entre los trabajadores”.
Respecto al proyecto, indicó que “en el caso de los empleadores, ellos van a tener que revisar las condiciones ambientales y ergonómicas del puesto de trabajo. Hoy existe, pero solo en las oficinas. Entonces aquí entran actores muy relevantes: las mutualidades”, quienes tendrán la misión de supervisar el cumplimiento de todas las medidas necesarias, “con el objetivo de prevenir riesgos laborales”.
Sobre este último punto, la ministra Jara detalló que “en la pandemia se trabaja sentado en inmobiliario de la casa y que quizás no era la más adecuada para estar ocho horas sentada. Hoy las empresas van a tener que proveer esos insumos, y en ese sentido habrá una supervigilancia de los riesgos laborales y, en particular, de los psicosociales, porque el estrés se puede producir y hay que controlarlo. Y se produce con mayor frecuencia cuando concluyen las tareas de trabajo y cuidado”.
—De ser necesario... ¿Las empresas pagarán hasta el servicio de internet?
—Claro, los empleadores tienen que hacerse cargo de pagar los insumos que necesita el trabajador (...) Si el trabajador necesita internet para su trabajo, eso también va a tener que ser parte de los costos que tendrá que asumir el empleador.
—Y la idea es que respeten el horario, ¿no?
—Lo importante es que la ley establece un aprendizaje importante del teletrabajo en la pandemia; que esta modalidad de trabajo tiene que ser respetando la jornada diaria y el derecho a la desconexión. Al principio de la pandemia se desordenaron todos los horarios, pero ahora hay que ir viendo que la regulación de la jornada laboral también alcance el espacio para cuando se trabaje desde la casa.
—¿Cómo ese eso del trabajo ‘híbrido’?
—El proyecto contempla preferentemente la modalidad de trabajo híbrido, porque tiene un razón bien interesante: ocurre que las que más cuidan son las mujeres. Y a nosotros nos interesa que las mujeres sigan trabajando, que se fortalezca el empleo de las mujeres.
Una mujer que está todo el día desde su casa trabajando es menos visible para la organización, por lo tanto le cuesta más ascender, asumir otros desafíos, que hay un reconocimiento a su trabajo, entonces por eso se busca modalidades que sean híbrida; que estén cumpliendo algunos días en la oficina y otros días en la casa.
—¿Qué pasará cuando los peques estén de vacaciones?
—Cuando se dan las vacaciones del calendario del Mineduc, los trabajadores y trabajadoras que son cuidadores de niños o de personas con dependencia severa moderada, tienen un derecho preferente para tomarse sus días de vacaciones en las mismas fechas. Todo esto para fortalecer la empleabilidad femenina, porque una de las causas por las cuales mayoritariamente las mujeres dejan de trabajar, es porque se le hace incompatible trabajar con cuidar. Y pagar para que alguien cuide a los hijos, igual es caro. Requiere tener un salario bastante alto, y los salarios en Chile no son altos para que te alcance a pagar a alguien que cuide.
—¿Y qué dirán las empresas?
—Al final la empresa también gana. Esto produce menos ausentismo, menos licencias médicas y renuncias.
—Todos ganan, entonces.
—Este es un proyecto pop, que busca incentivar la corresponsabilidad y la empleabilidad y beneficiar a trabajadores que son madres o padres cuidadores.
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