Experta aclara los mitos más comunes sobre la donación de órganos

Este 27 de septiembre se conmemora el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos. Esta fecha se instauró hace dos décadas, en memoria de Pamela Toledo, una niña de 12 años que falleció de manera repentina, pero que manifestó en vida su voluntad de ser donante.

Sin embargo, pese a esta emotiva historia, la realidad sobre la donación de órganos es complicada en nuestro país.

Según el Minsal, 1.942 personas esperan un trasplante, pero la tasa de donación es muy baja. En Chile hay sólo 7 donantes por cada millón de personas, a diferencia de Argentina (13,5) o Uruguay (18).

Otra cifra preocupante es que el 53% los familiares se niega a entregar los órganos de su ser querido. Esto se explica por los mitos y dudas que afectan a las familias a la hora de tomar esta decisión.

Desconfianza sobre la donación

Lina Valdés, enfermera y jefa coordinadora de la Unidad de Procuramiento del Servicio de Salud Metropolitano Central, comenta "uno de los mayores problemas es la desinformación que existe entre los familiares".

Agrega, "hay desconfianza, y la mayoría desconoce los procesos que convierten a su pariente fallecido en un potencial donante".

Además, señala que alrededor de un 2% de los fallecidos en un hospital califican como potenciales donantes de órganos. Ya que las condiciones en que se produce la muerte son determinantes para descartar a un posible candidato.

Condiciones

Valdés asegura que sólo pueden donar quienes tengan un diagnóstico neurológico de extrema gravedad, como muerte encefálica.

Y explica, "es decir, sus órganos vitales siguen funcionando únicamente gracias a soporte externo de medicamentos especiales y máquinas".

Además, no pueden sufrir hepatitis B y C, VIH positivo, infecciones resistentes a antibióticos, ni antecedentes de cáncer recientes.

Agrega que "tampoco pueden donar quienes hayan sufrido un accidente con contusiones graves  que hayan dañado sus órganos vitales".

La rapidez es vital

Al haber pocos donantes, se debe actuar con rapidez. Esto, porque la muerte encefálica produce alteraciones que afectarían a los órganos.

"Otro obstáculo es que el grupo sanguíneo coincida entre donante y receptor lo que reduce el espectro entre quienes pueden donar un órgano y quienes pueden recibirlo", indica.

Los equipos de procuramiento se enfocan en tratar con las familias y facilitar que se concrete la donación.

"Hay que lidiar con el dolor de personas que atraviesan un momento muy duro, y transmitirles comprensión, calma, pero ser claros también en lo importante que es que respeten la voluntad de su familiar".

Sólo se les aborda cuando aceptaron la partida de su ser querido y se conversa sobre la última voluntad del fallecido.

¿Qué ocurre después del sí?

Cuando la familia acepta, continúa la coordinación del procuramiento, que debe ser realizado por un especialista de cada órgano.

"Por ejemplo el de un corazón debe ser realizado por un cardiocirujano, un riñón, por un urólogo, un hígado, por un cirujano digestivo alto, etc.", explica la jefa de Unidad.

Incluso, puede ocurrir que el especialista detecte que los órganos tienen alteraciones o patologías que los convierten en inviables.

La correcta coordinación de este proceso, además de la capacitación de los funcionarios, ha permitido que la ex Posta Central mejorara sus resultados en relación al año pasado.

Este 2016, el recinto registra 11 donantes efectivos, lo que le ha permitido ayudar a 41 personas. El año pasado, sólo hubo 6 donantes para 20 receptores.

"No es fácil tener donantes, pero lo fundamental es que este tema sea conversado en familia, incluyendo primos y amigos más cercanos".

"Si esta conversación se da, tendremos más donantes y más personas trasplantadas. Hoy puede ser él, mañana usted", concluye.

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