Lauro (45) se dio cuenta de que tenía un superpoder para sanar a los enfermos cuando cumplió cinco añitos. En ese momento, un monje entendió su habilidad y se lo llevó al Tíbet para compartir con el Dalai Lama. ¡Esa onda!

Una vez por allato el hombre asegura que aprendió a curar a sus semejantes.

"Duró quince años esa etapa en mi vida. Es una forma de vida en meditación, oración, medicina, astrología y un poquito de artes marciales", contó Lauro, que se encuentra de paso en Chile, donde hará clínicas de sanación con técnicas de la cultura milenaria.

"Vengo yo a encontrar mi simbología, mi cura, porque yo me curo con ustedes. Quiero encontrarme con mi cultura maya que ha viajado muchos kilómetros hasta acá. Me vengo a reencontrar con los vestigios mayas", agregó el místico cuate que se declara sacerdote maya y campeón mundial de Kung Fu. ¡La voladita!

En una de sus reflexiones más profundas, el maestro sostuvo que Chile está sumergido en una crisis.

Para él, nosotros estamos sometidos a una revolución comandada por nuestro cerebro.

"Estamos en un tiempo oscuro, pero ya va a amanecer. Hay un desorden a nivel mundial. Nos hemos vuelto muy académicos y pensantes, dejamos de sentir", habló el discípulo del Dalai Lama.

Para solucionar esto, Lauro peregrinará por nosotros en las montañas chilenas, donde busca encontrar la verdad de toda la milanesa en el mundo.

"Tengo conocimientos de que los mayas caminaron por acá. Me gustaría encontrar esa filosofía que está guardada".