Hay partidos que terminan en celebraciones y otros en la más absoluta tristeza, pero Ricardo Mancilla Hernández jamás pensó que luego del clásico entre garreros del Colo y bullangueros de la “U” del 29 de abril, quedaría mal herido.

En Coronel, Región del Biobío, el hombre de 49 años se vio envuelto en una mocha donde sacó la peor parte porque un flaite rabioso y pulgoso, sin las vacunas de sanidad al día, le mordió el pecho, un muslo y algunos dedos.

Producto del tarascón el desdichado tipo lleva ocho días internado en el Hospital Regional de Concepción.

Mientras estaba en su casa se urgió porque su mano se hinchó como una pelota de basquetbol y partió al toque al Hospital de Coronel, donde lo derivaron de inmediato en ambulancia a la capital penquista.

Este drama a algún leso le podrá parecer tragicómico, pero Mancilla corre el riesgo de perder el dedo anular y medio de su mano izquierda. Para evitarlo sigue un complejo tratamiento de penicilina intravenosa y curaciones.

Además, el hombre denuncia que en el Cesfam (Centro de Salud Familiar) de Lagunillas lo tuvieron a puras curaciones, antibióticos y calmantes.

“Ellos tienen que ser más responsables con las personas, pero no están ni ahí. Me miraron y nada más poh”, acusó la víctima.

PARAR LA OLLA

Ricardo Mancilla se dedica a la decoración de interiores e instalación de papel mural. Los pololitos ocasionales son su principal fuente de ingresos.

Lamentablemente tuvo que dejar botada la pega que tenía por el problema en la mano, y para más recacha su jefecito se avivó y no le habría pagado los días que llevaba trabajados.

“¡Cómo tanta mala suerte! Esta cuestión me tiene mal porque no puedo trabajar. Estoy cabreado y no sé cómo voy a parar la olla a fin de mes”, exclamó frente al micrófono del diario pop.

La mujer de Ricardo es quien más sufre por este entuerto. Berta Pérez trabaja haciendo el aseo y se esfuerza para visitar todos los días a su esposo. Además, se suma a su pena que deberá pasar el Día de la Madre sin el padre de sus hijos.

“Esto es muy difícil, las cosas pasan por algo y creo que mi Dios tiene algo preparado, pero espero que se haga justicia”, dijo.

¿QUÉ DIJO EL OTRO?

Gladys Torres Albarrán, directora del Cesfam cuestionado, afirmó que al susodicho se le realizó correctamente el protocolo médico en caso de una mordedura humana.

“Nosotros como centro de salud vamos a investigar, pero tenemos la certeza de que se hizo lo adecuado con el paciente”, sentenció.