El Tribunal de Garantía de Iquique derivó a un tratamiento sicológico para controlar su agresividad a una mujer de 45 años que quemó a su hija con agua hirviendo por no lavarle los platos.

Los hechos se registraron en un inmueble del casco antiguo de la tierra de campeones. La mujer individualizada como L.M.B.P. llegó cerca de las 20 horas a su casa, después de haber estado durante todo el día en el laburo, pero pilló que la cocina estaba desordenada y aún estaban sin lavar los platos que se habían utilizado durante la hora de almuerzo. Frente a ese escenario, la trabajadora le pidió a su hija de 17 años que limpiara la cocina y lavara los platos, pero la joven se negó rotundamente debido a que estaba pegada a la tele por culpa de un culebrón.

La situación provocó la ira de la progenitora, quien con los choros fuera del canasto por la holgazanería de su regalona, le lanzó una taza de agua caliente en la cara y posteriormente, la amenazó con un cuchillo para que cumpliera con la obligación.

La cabrita, quien resultó con lesiones de menor consideración y fue evaluada por galenos del hospital local, alertó de los hechos a los verdes los que se constituyeron en el inmueble y detuvieron a la iracunda.

La fiscal Virginia Aravena la formalizó por el delito de lesiones y el juez la mandó derechito a un centro de salud para que le revisen la azotea por su agresividad.

La autora de la agresión trabaja como vendedora para mantener a la flojonaza y a un bebé.