En las últimas 24 horas Holanda registró más de 14.700 casos positivos por coronavirus, el viernes superó los 15 mil e inclusive a fines de noviembre llegó a contar casi 24.000 contagios en un día. Estas cifras, señal inequívoca del avance de la variante Ómicron, devinieron en el anuncio que realizó este sábado el primer ministro Mark Rutte, confirmando que desde las 05.00 horas del domingo —y al menos hasta el 14 de enero— el país entra de nuevo en confinamiento.

“Es inevitable porque la quinta ola viene con la variante ómicron”, argumentó Rutte durante una rueda de prensa.

De esta forma el gobierno holandés atendió las recomendaciones que hizo el Equipo de Gestión de Brotes con el fin de frenar el repunte en los contagios que ha provocado la variante ómicron del coronavirus SARS-CoV-2.

Este nuevo cierre, de acuerdo a lo que señalaron las autoridades, afectará a todos los sectores con excepción de los comercios esenciales, como supermercados y farmacias. Esto significa que los establecimientos hoteleros, museos, parques de atracciones, cines, teatros y gimnasios, entre otras actividades que implican contacto cercano, deberán cerrar.

El sistema educacional también se verá afectado: institutos e instituciones académicas también están obligados a dejar sus funciones por las próximas cuatro semanas.

Otra de las medidas que adoptó Holanda es que, desde mañana, se limita a dos el número de personas de diferente hogar que pueden participar en reuniones fuera de casa. Un escenario que se modificará sólo en Nochebuena y Navidad: en esas fechas se permitirán hasta cuatro visitantes.