Un cóctel de antidepresivos y alcohol llevaron a que una mujer identificada como P.A.V.M. (32), pareja de un perito de la PDI, amenazara quitarse la vida con un disparo en la sien.

El infierno que duró mas de tres horas comenzó como a las 6 de la mañana, cuando la mujer llegó de un carrete al departamento que comparte con su pareja, un funcionario de la policía de Investigaciones, en el cuarto piso de un condominio de calle Arturo Prat en pleno centro de Santiago. En ese momento la mujer tomó el arma de servicio de su pololo y tras amenazarlo de muerte se puso la pistola en su propia cabeza con la idea fija de suicidarse. El hombre logró escapar y luego de pedir ayuda a un vecino llamó a Carabineros al toque para que intentaran persuadir a su media naranja.

SICÓLOGA

Personal del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) concurrió al lugar y con la ayuda de una sicóloga lograron que la fémina desistiera y bajara su arma de fuego.

"Se aplicaron las técnicas operativas que mantiene carabineros para este tipo de situaciones y en esta oportunidad el resultado fue exitoso y se logró reducir a la persona. Vamos a derivarla a los especialistas que corresponda para que siga su atención hospitalaria", señaló el comandante de la prefectura central de Carabineros, Rolf Reimann. Agregó que según los datos aportados por algunos familiares de la mujer ella "presenta sintomatías de tipo depresivos que la han hecho realizar cosas que no están dentro de lo normal".

Según Marisol, presidenta del condominio, la pareja no lleva más de dos meses en el edificio y nunca habían mostrado un mal comportamiento.

"Esto fue producto de una discusión y de la mezcla de alcohol y medicamentos. Imagínese cómo queda uno cuando mezcla bebida con remedios", señaló. Otros vecinos contaron que la mujer tiene dos hijos, pero no vive con ellos.