Una ácida crítica al precio que muchos compatriotas están dispuestos a pagar para ver a Madonna en diciembre formuló ayer el obispo Emiliano Soto, durante la celebración del tradicional Tedeum Evangélico que precede Fiestas Patrias.

La autoridad pastoral aludió al reciente estudio de la Universidad Bernardo O'Higgins, que evidenció que los chilenos son capaces de pagar la entrada más cara del mundo con tal de asistir al concierto de la "reina del pop", mientras millones de compatriotas viven con el sueldo mínimo.

Los boletos para el show de la diva que se realizará el próximo 10 de diciembre en el Estadio Nacional, como parte de la gira Sticky & Sweet, costarán entre 23 mil y 205 mil pesares.

"Esto es totalmente contradictorio. Respetamos la legítima opción de muchos compatriotas de querer estar en ese evento. Nuestro reparo va en el sentido de llamar la atención en como nuestras conciencias se pueden adormecer frente al efecto arribista de querer ser exclusivos y vivir como tales", señaló.

RASPACACHOS

Y aprovechando la presencia de La Jefa, Michelle Bachelet, y el abanderado presidencial de RN, Sebastián Piñera, el obispo Soto pidió solucionar de una el tete del Transantiago, lo que generó una ovación de parte del respetable apostado en el frontis de la Catedral Evangélica Pentecostal.

Subrayó lo paradójico que resulta comprobar que quienes diseñaron el polémico plan de transporte en su vida se han subido a una góndola y, para que todos recibieran lo suyo, criticó duro a los que no ofrecen soluciones y quieren sacar dividendos politiqueros.

"En esto la Iglesia Evangélica está por la búsqueda de acuerdos. Nuestra tarea es colaborar en todas las soluciones posibles. Para esto, los evangélicos de todo el país solicitamos la solución definitiva del Transantiago, y que éste deje de ser un juguete de la estrategia política de algunos", añadió.

DESIGUALDAD

El tema central de la ceremonia fue el llamado a terminar con la desigualdad en todos los sectores del terruño.

Además, los pastores le tiraron la pérgola al Gobierno, a la Policía de Investigaciones (PDI) y Gendarmería por la inclusión de pastores evangélicos en sus capellanías y los avances en su incorporación en temas de educación y equidad social.

Jaime Salas T.