Sabuesos de la Brigada de Investigación Criminal detuvieron en la mañana de ayer a un oftalmólogo más falso que beso de farandulera, que ejercía ilegalmente la profesión en Parral, Región del Maule.

C.L. cayó dentro de su "consulta" ubicada en pleno centro de la ciudad, justo cuando cerca de 20 personas esperaban ser atendidas por el chantete de múltiples colores.

El muléitor era más popular que la baja de la bencina entre los parralinos, ya que cobraba 5 lucas por recetarles lentes poto de botella, gotas para marihuaneros o hacerles el examen de las letras.

Aseguran los copuchentos del sector y algunos pacientes arrepentidos que es tan mula que ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio.

Incluso confundía el globo ocular con los aerostáticos y juraba que el iris era el huesito más pequeño del oído.

C.L es tan vivaracho que atendía a los virolas, miopes y cegatines al lado de una óptica, con la que incluso mantenía un convenio para potenciales clientes.

Fresco. El "oculista" es de Santiago y llevaba dos meses clavando a los sohuitas y patrones de la zona.

El longi tenía todos un plan para pasar piolita. Es tan chantete que entregaba recetas médicas a nombre de un facultativo legal, a quien le fotocopiaba los documentos.

Lamentablemente el verdadero oculista se enterará que lo suplantaron durante dos meses cuando lo llamen los polis o lea esta entretenida crónica.

Los polis quedaron virolas tras incautar todos los elementos que utilizaba el "profesional".

Patricio "Bellavista" Tapia