Una batalla campal entre personal de seguridad convenientemente entrenado    para disolver motines, y  capturar virus y bacterias que intenten escapar del lugar y la prensa  se registró en el Hospital de Talca.

Esto,  mientras se desarrollaba la reconstitución de escena destinada a establecer las responsabilidades de los involucrados en la muerte de Lilian Martínez (6).

En abril del año pasado en el cuestionado establecimiento asistencial, destinado por decreto ley a proporcionar salud y rescatar enfermitos de la muerte, la niña recibió una sobredosis de morfina, una de las drogas más duras que se conocen.

Antes de las nueve de la mañana comenzaron a llegar los testigos junto a efectivos de la Brigada de Homicidios de la PDI y el fiscal regional, Juan Pablo Kinast, quien investiga ésta y otras 30 denuncias en contra del Hospital de Talca.

Cuando efectivos de la PDI iniciaban diligencias,  los encargados de seguridad intentaron impedir la labor de la prensa. El camarógrafo César Martínez fue lanzado al suelo. Los profesionales afectados denunciaron el cobarde ataque ante carabineros.

CONDENA

La directora del Hospital de Talca, Carolina Chacón, señaló que "la orden era que los periodistas no podían estar en la zona en que se iba a realizar la diligencia, porque esto podía invalidar la reconstitución (…), pero eso no justifica que se produzcan agresiones, yo no di la orden para que los agredieran".

El fiscal regional, Juan Pablo Kinast explicó que "el objetivo que se persigue con esta reconstitución de escena es poder situar las declaraciones que se han prestado en el lugar en que han ocurrido  (pabellón, postoperatorio y UCI pediátrica),y en este sentido la diligencia ha sido  tremendamente provechosa.

El fiscal confirmó además que solicitó audiencia de formalización para el 17 de mayo de 2010 por cuasidelito de homicidio en contra de seis funcionarios del hospital, entre ellos dos  médicos anestesiólogos, dos enfermeras y dos técnicos paramédicos.

P.Riquelme/M.Vega.