A sólo tres días de que los 33 mineros vuelvan a la superficie con el pelo, el diente y todo largo, sus madres, hermanas y especialmente sus esposas ya se pusieron en campaña para cacharpearse y recibirlos con la mejor pinta posible.

Gracias a la dueña de la tienda Sexy Vapy, Angélica Piña -quien se pegó el pique en camioneta desde el barrio Patronato hasta la mina San José- varias chiquillas agarraron papa y ya se aperaron de disfraces californias para aguachar a sus galanes.

Jéssica Salgado eligió un disfraz de bruja -hecho de encaje negro- para esperar a su marido, el minero Álex Vega. "Acá lo voy a esperar con un elíxir para convertirlo en mago y vuelva a ocupar su varita", dijo a La Cuarta.

La "alcaldesa" del campamento Esperanza, María Segovia, pensó en su hermano atrapado, Darío Segovia, y agarró una zunga tricolor para que se la ponga cuando regrese desde las profundidades.

"Elegí la más grande y elasticada, pero parece que igual le va a quedar chica. La más agradecida va a ser mi cuñada", dijo la querida Marita, quien aprovechó de fundirse con un traje de coneja para ella.

Entre los souvenires que Piña llevó figuran disfraces de enfermeras escotadas, diablitas con cachos, colegialas, conejas sin cola y muñecas, además de 33 zungas con nariz: 32 con los colores de la banderita chilena y una amarilla, verde y rojo para el minero boliviano Carlos Mamani.

"Lo voy a esperar con el disfraz de Caperucita Roja y ojalá él se ponga la zunga boliviana. Ya me estoy imaginando cómo va a ser la primera noche de reencuentro", señaló coquetona su esposa, Verónica Quispe.

Cristina Núñez, pareja del minero Claudio Yáñez, la hizo corta y le mandó a decir a su guachón que "esta 'Negra' lo va a esperar con un baby doll y ojalá haga el sondaje".

"Más que una humorada, este es un reconocimiento a la valentía de los mineros y al coraje de sus madres, hermanas, hijas y señoras", dijo Angélica Piña.

En la onda capilar, los chapulines de peluquerías Palumbo se rajaron con un enchulamiento para todas las mujeres del campamento Esperanza.

Allí tendrán la posibilidad de peinarse, teñirse y hacerse mechas para darles una coquetona bienvenida a sus hombres.

Lilianet Ramírez, cónyuge de Mario Gómez, ya sacó número para embellecerse y avisó que sólo se teñirá en un tono café, "ya que me voy a dejar mi pelo crespo".