"Son una caja pagadora para los municipios". Así de simple.

Es la convicción que llevó al diputado por La Florida, Gustavo Hasbún, a presentar un proyecto de ley que elimine los partes empadronados de los tocos en movimiento.

Según el parlamentario, "de las cuarenta mil infracciones aproximadas que se cursan mensualmente en la Región Metropolitana, la mitad corresponde a partes empadronados". Esas multas van directamente a las arcas municipales y aportan "más del 20 por ciento de su presupuesto", afirma el congresista.

Una situación que ha generado una ola de pataleos ya que el 70% de los multados no tiene idea de que su toco registra uno de estos partes.

Esto se debe principalmente, asegura Hasbún, a que "los inspectores municipales son como verdaderos delincuentes que se esconden detrás de los árboles o se suben a las pasarelas para que no los vean".

Muchos se quejan también de que nunca estuvieron en el lugar. El proyecto aprobado por unanimidad en la Comisión de Transporte y que será visto en la Cámara en marzo, propone que sólo los verdes tengan la facultad de cursar estas faltas y sólo si tienen medios de pruebas como fotografías o radares.