No alcanzó a andar ni dos cuadras al mando de un pulento Ferrari 458 Speciale cuando un chofer dejó como estampilla su costoso troncomóvil en calle Nueva Costanera en plena Vitacura.

El millonario accidente ocurrió a eso de las 3 de la tarde, cuando el papú del caballito en dos patas estaba siendo probado por un futuro comprador el cual no respetó la luz roja de un semáforo impactando a un modesto Ford Focus Sedán de color blanco, dejando a peatones y choferes con la tarasca abierta.

"El daño es más visual que de estructura, el cliente está ileso y sin problemas", soltó brevemente Claudio Robles de Comercial Itata, dueña del automóvil y que no quiso entregar la identidad del Fitipaldi.

"Este automóvil tiene el motor en su parte trasera, por lo que al ser impactado de frente se deforma mucho. Debido a su potencia (570 pingos de fuerza) cuesta maniobrarlo, por lo que su conducción se hace difícil para alguien inexperto", aseguró Mauricio Clunes, capo de las cuatro ruedas del sitio www.bolido.com.

Este Ferrari, cuyo valor es de aproximadamente 148 palitroques chilenos, son mandados a hacer a Europa a pedido, y el precio de su permiso de circulación para que se quiebre por las calles nacionales, es de 4 millones al año.

"La principal característica de la marca Ferrari es que no basta con tener el dinero para comprarse uno, ya que hay que esperar mucho por uno, y solo el haber tenido uno antes apresura el trámite. Por lo que sé que los pocos dueños de Ferrari en Chile terminan aburriéndose, ya que las calles no están diseñadas para este tipo de autos, por lo que no pueden sacarle todo el potencial", contó Alberto Escobar del Automóvil Club de Chile.

Agregó que "los automóviles cuyo valor supera los 17 millones de pesos representan apenas el 3% en el país".

De los protagonistas de este impresionante "topón" nada se sabe, pero lo más seguro es que alguna aseguradora deba responder por los vidrios quebrados y las latas dobladas.