Patiperra cantante chilena es ídola entre los latinos que viven en París

El amor la llevó a París, pero el canto la sacó del anonimato, de ser una latina más que recorría las calles de la Ciudad Luz.
Para peruanos, argentinos, ecuatorianos y -era que no- chilenos, que viven en Francia, la voz de esta mujer se transformó en el eco de la patria que llora por sus hijos desarraigados.
Zahira Torres nació en La Serena, pero se crió en Vallenar. Su primer agú fue afinadito y ya más grande, participó en cuanto festival se le cruzara.
Alegre, simpática y solidaria, otra de sus pasiones fue la 3ª Compañía de Bomberos de Vallenar, donde fue voluntaria por 6 años.
Hace más de una década conoció a Nicolás, un franchute que le robó el corazón. De su amor nació Yereleen, una chiquilla que ya tiene 10 añitos.
En el 2005, armó las maletas y se fue a Francia. Al principio le costó acostumbrarse. El idioma fue y es su piedra de tope.
"Me atrevería a decir que aún no lo hablo bien. La pronunciación, la manera de hablar, las expresiones... es todo tan distinto, y lo peor es que si lo pronuncias mal, nadie te entiende", afirma.
Pero los caminos de la vida son inescrutables y en el 2007 se presentó en la octava versión del Festival de la Canción Latinoamericana de Saint Didier.
Era la primera vez que una chilena sacaba la cara por nuestro calcetín de tierra en el certamen. Con su talento se ganó al jurado, que la premió con el primer lugar.
Desde ese momento, su carrera musical subió como la espuma. Fue invitada a diversos eventos que se realizan en la Ciudad Luz, como la Fiesta Nacional del Perú, Miss Top Latina, y El Mundialito Latino, entre otros.
Pronto se convirtió en una ídola para los patiperros y le llegó la oportunidad de grabar su primer disco en la capital gala.
Se llamó "Canto al Criollismo" y fue editado en Chile por Claridad Producciones.
Como no hay primera sin segunda, en una visita a Chile grabó su segundo disco "Lamento de una Mujer", esta vez con el sello Universo Producciones.
En éste interpreta 4 canciones escritas por su mami, Dorothy Urbina, y eso emociona aún más a Zahira.
La joven no sólo vive de sus cuerdas vocales, también toca el cajón peruano en "Los Jaraneros", un grupo de chilenos y peruanos que interpretan música criolla, afroamericana y latina.
- ¿Por qué música latina popular? ¿Por nostalgia?
- La música criolla es una pasión para mí. Canto muchos estilos, pero éste me toca el alma. Mi mamá cantaba valses todo el tiempo y así fui aprendiendo con ella. De niña escuché a Luchita Reyes, Los Embajadores Criollos, Carmencita Lara, etc.
- ¿Hiciste estudios de canto en Chile o llegaste a perfeccionarte a Europa?
- Canto desde que tengo uso de razón, pero me perfeccioné en Europa. Aquí conocí grandes personas y músicos, que han confiado en mí y en mi trabajo. Ellos me ayudaron a perfeccionar la técnica, como respiración, manejo escénico e interpretación.
- ¿Cómo te trata la comunidad latina en Francia?
- De una manera muy linda. Me siento muy querida y respetada, me apoyan bastante. Aquí somos una familia donde no existen banderas ni conflictos, somos unidos en el orgullo de ser latinoamericanos.
- ¿Quieres darte a conocer al público francés?
- Sí, a ellos les gusta mucho este estilo de música. A veces me sorprendo, porque a pesar de que las canciones son en español, les encanta escucharlas. A ellos les gusta mucho la fuerza de mi voz, les transmito el sentimiento, aunque no entiendan lo que canto.
- ¿Te gustaría volver a Chile? ¿Por qué?
- Me gustaría, es mi tierra. En Chile está mi familia, mis amigos, mi gente, no lo cambio por nada. Extraño las cazuelas, las empanadas. Acá se hacen, pero no es lo mismo. Me gustaría regresar y hacer música allá, pero lo veo difícil, porque nadie es profeta en su tierra.
FRANCIA VALORA LA CULTURA, PERO CUESTA CONSEGUIR PEGA
Este año Zahira ha tenido una agitada agenda. Como es una figura reconocida por la comunidad latina, la invitan a todos los festivales o eventos que realizan.
Entre sus próximas presentaciones está el Festival Rithmo Latino, una movida a todo cachete que se realizará el 13, 14 y 15 de junio en París. Contará con la presencia de artistas de renombre, como Daniela Mercuri y Elvis Crespo.
Sin embargo, su vida en Francia tiene de dulce y agraz. Pese a que el canto le ayuda a subsistir, reconoce que en el país galo es peludo que los latinos tengan oportunidades.
- ¿Es muy difícil vivir y trabajar en un lugar tan distinto a la patria?
- A pesar del tiempo que llevo aquí, cada día cuesta más trabajar. Al principio es imposible, porque al no manejar el idioma, todo se hace más difícil. Pero aprender francés no te garantiza que logres un mejor pasar, porque la misma sociedad no te deja avanzar.
- ¿Por qué?
- Los requisitos son enormes, ya sea para trabajar como vendedora o cuidar niños. La cosa empeora si no tienes tus papeles al día, porque ahí sí que es casi imposible conseguir pega estable.
- Pero debe tener sus ventajas vivir en Francia, ¿no?
- Siendo sincera, en lo que yo me dedico, tiene mucha ventaja. Francia es un país muy cultural y hay diversidad en cuanto a la música. Se puede trabajar y siempre habrá respeto por lo que haces.
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