La pesadilla de Colo Colo: Paulo Garcés otra vez se Garceó

La pesadilla que hoy viven el pueblo colocolino tiene nombre y apellido: Paulo Garcés.

El portero albo es el malo de esta teleserie llamada Clausura. Algo así como el Armando de "Perdona Nuestros Pecados", de Mega. Pero por más que la hinchada crea que Álvaro Salazar se transformará en el padre Reynaldo, Pablo Guede prefiere mantener el suspenso.

"No vi el gol, me pasé el partido sentado y justo estaba la cámara ahí. Pero lo veré. Y si es culpa de Garcés, luego tomaré una decisión", soltó el técnico albo.

Y por si lo agarró un taco en la 68 o llegó demasiado cansado pa' mirar el resumen, al adiestrador le contamos que parar el centro de Gonzalo Abán era más fácil que tu herma... ¡Perdón, nos excedimos!

Pero como el fútbol siempre nos sorprende con historias inolvidables, esa pelota que el "Halcón" deja pasar en los descuentos del primer tiempo, la cabeceó el mismo hombre -Ignacio Lara- que sesenta segundos antes había ingresado por el lesionado Boris Sagredo... ¡De telenovela!

Culebrón que pudo tener un primer capítulo diferente, si es que Daniel Vicencio no le saca en la línea un gol a Octavio Rivero. O si el mismo adiestrador che hubiese tomado una mejor decisión a la hora de los cambios. Cierto es que Ramón Fernández no estaba rindiendo, pero "Canchita" Gonzales o Gabriel Suazo no son los llamados a dejar solo a Esteban Paredes.

Con todo contra la "U"

Por lo mismo, el último ídolo del Popular anduvo perdido en el área y ahora sólo se aferra a la esperanza de ganarle el título al archirrival en la cancha. Disputa que quedó al rojo vivo, porque ahora ambas escuadras comparten el primer lugar de la tabla con 21 puntos.

"Será una lucha linda y hace harto rato que no peleábamos con ellos. Sólo espero que podamos quedarnos con la copa", confesó Esteban Efraín.

El "7" del Cacique además le entregó todo el respaldo al atajapepas, que antes se comió goles con Iquique y los azules.

"Siempre habrá apoyo para un compañero, debe levantar cabeza y estaremos ahí para que siga adelante", sentenció.

Lo malo es que la paciencia se le acabó a los que pagan su entrada, porque el sábado nuestros colegas de El Mercurio filtraron el nuevo contrato del nacido en Parral y la cifra no es pequeña: ganará 750 millones de pesos en los próximos tres años.

Por último, y para el llanto, quedó el reclamo de la visita contra el arbitraje de Eduardo Gamboa. Es cierto no le cobró un penal sobre Rivero, pero tampoco sancionó una falta clarita de Paredes en el área del vilipendiado Garcés.

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