Guillermo Valenzuela, dueño del modesto kiosquito que está ubicado en el frontis del Instituto Nacional, está terrible de urgido y con los dedos cruzados para que el proyecto de ley que busca regular la venta y publicidad de la "comida chatarra" se vaya a las pailas, ya que prohibirá la venta de estos productos en los negocios que operan dentro de los colegios y en todos los boliches que se ubiquen a menos de 100 metros de ellos.

El esforzado hombrón, que lleva 17 años de su vida vendiendo todo tipo de golosinas y embelecos a los pingüis del Instituto Nacional, no puede entender el objetivo de esta eventual ley que, según, él sirve sólo para favorecer a las grandes cadenas de comida rápida y supermercados.

"En este país desgraciado los políticos ya no hallan qué hacer. Están inventando leyes estúpidas que afectan a toda la gente de trabajo. Primero me jodieron con la ley de tabaco y ahora esta lesera. Vamos a tener que salir a robar o prestar el traste para tener qué comer", manifestó el comerciante entre todos los mateos que a esa hora le compraban los comestibles de la discordia.

Agregó que "trabajo como chino los 30 días del mes, y si me cortan los brazos de esta manera no tendré qué hacer, porque a mi edad ya nadie me va a dar pega. Hace falta que vuelva alguien como el viejo Pinochet, con él se acabarían todos estos problemas".

CAMBIOS

El principal cambio que contempla el proyecto de ley craneado por el senador PPD y presidente de la Comisión de Salud del Senado, Guido Girardi, es ayudar al 41% de los niños chilenos entraditos en carne.

Además, la iniciativa pretende crear conciencia de los efectos nocivos que produce la "comida chatarra", así como dar a conocer los reales niveles de sal, grasa y azúcar mediante un didáctico método de rotulación, el que advierte con los colores del semáforo qué tan sanos son.

Según Girardi, también se terminará la publicidad engañosa y  todos los regalos que engatuzan a los peques para que compren los productos.

"Espero que prime la salud de los niños chilenos antes que intereses personales, que no apuntan al bienestar del país", puntualizó el senador.

"Pokekaminski" apoya idea pa' disminuir la obesidad infantil

El robusto "Pokekaminski", José Escobar, está chocho con la inicitiava que promete terminar con la obesidad infantil chilena.

El pingüi, que cursa cuarto medio en un liceo de Puente Alto, asegura que no le hace mucho a la "comida chatarra", ya que es como tonto pal' yogurt y los alimentos sanos.

"Ojalá que el proyecto se apruebe, ya que cambiará mucho la salud de los jóvenes. Lo único que lamento es la tía del kiosco ,porque no sé qué venderá ahora", contó el "Pokesano".