Los vecinos de la Villa Los Castaños, de San Fernando, Región de O'Higgins, inventaron ayer un nuevo refrán: "Más peligroso que péndex picado con el Viejo Pascuero".

En la madrugada del viernes, un mini Nerón de 11 pepas le prendió fuego a la Capilla Emmanuel de ese sector.

Mientras la mayoría de los niños abría sus regalos con expresiones de júbilo, algo totalmente opuesto ocurrió en la casa del menor identificado con las iniciales N.A.V.F.

Después que el Viejito abandonó su palacete para seguir con la repartija de juguetes, el lolo se acercó al árbol navideño y cachó que le hicieron la mansa tapa con su pedido más esperado.

Este olvido de Santa Claus llenó de rabia su cucharoncito, porque se portó bien durante todo el año.

Se presume que el enano fue hasta el sagrado lugar, lo roció con combustible y luego tiró un fósforo que dejó la capilla reducida a un montón de cenizas.

Alrededor de las 01.00 hora, llegaron Bomberos y Carabineros para frenar la mansa embarradita, pero sus esfuerzos fueron en vano.

La policía encontró al chiquillo en el lugar del siniestro y considerándolo sospechoso, se lo llevó pa' la capacha.

Luego del control de detención, el fiscal de turno lo mandó pa' la casa y con prohibición de acercarse a las cerillas.