El apóstol de la prensa de Canal 13, que tiene una hermana melliza llamada Rosa, fue criado en Puerto Montt por su fallecida Tía Ema, pero su vida siempre estuvo ligada a su querida Isla Grande.

El día de Navidad, el periodista fue uno de los primeros en llegar a la zona sacudida por el terremoto de 7,6 grados Richter. Inmediatamente Ramón se empapó de las historias de esfuerzo y solidaridad de sus coterráneos. Y así se lo ha llevado hasta ahora.

- Eres como el Niño Símbolo de Chiloé. Me imagino que ni la pensaste para ir a cubrir el terremoto.

- Jajajá, eso dicen. Mira, cuando se produjo el terremoto, recibí la llamada de uno de mis muchos familiares que vive en Chiloé y que me alertó de lo que estaba pasando.

- O sea, te la contaron sin anestesia y a todo color...

- Me dijeron que todo se había movido muchísimo, que claramente tenía características de terremoto y que estaban subiendo a las alturas para refugiarse.

- ¿Quedaste en shock?

- No, me comuniqué con el canal y partí. Estuve en la transmisión hasta que lograron conseguir pasajes y en el primer vuelo me embarqué.

- Eras el candidato natural...

- Imagínate yo crecí acá, mi historia vive en Chiloé. Y aunque mis padres ya murieron, mi conexión con el lugar es demasiado fuerte.

- Pucha que le ha tocado duro a la zona este año.

- Ufff. Este 2016 que por fin se acaba, ha sido durísimo para la gente de mi tierra. Primero sufrieron mucho con el tema de la marea roja, la crisis del salmón y ahora esto…

- Y tú siempre al pie del cañón con los chilotes...

- Ojalá pudiera ser siempre así. Moría de ganas de estar aquí, de ayudar cuando se produjo el problema de la marea roja, pero me tocó estar en las elecciones en Brasil.

- Igual el chilote es fuerte…

- Por supuesto, y además tolerante, porque el plan Chiloé, que incluye la Panamericana Sur, sigue siendo una promesa incumplida.

- ¿Usted lo dice por los daños en la Ruta 5 Sur?

- El tramo Chonchi-Quellón sabemos que es complicado, pero las obras que estuvieron a cargo de la misma constructora que hoy tiene la concesión de la ruta dañada fueron entregadas hace seis meses y mira lo que pasó. Un desastre, colapsaron.

- Parece no ser casualidad.

- Así son las cosas en Chile. La añosa Casa Parroquial de Chonchi resistió en pie, impecablemente bien y eso que está en reparación. Los grandes daños están en las obras nuevas. Las viejas ahí, paraditas.

- De todas formas impecable la actitud del chilote.

- Eso habla del espíritu de mi gente. La gente del sur es sacrificada, convive con la naturaleza, bueno, y a veces esta es dura con ella.