En 1990 Juan Carlos Olmos pidió un aumento y en Canal 11 no lo pescaron, por eso aceptó una oferta que le doblaba el sueldo y se fue al programa Éxito, del 13.

En su nueva casa no le fue muy bien y en poco tiempo dejó la tele, pero quedó en el recuerdo de los niños que ahora andan por los 33 años.

El titiritero no ha dejado de encarnar al animal que le debe el nombre a su lentitud, el próximo mes estrenará una obra en Santiago, y entre el 1 y el 10 de julio en Rancagua será el anfitrión de la Primera Fiesta Nacional de los Títeres.

La movida en la Región de O'Higgins se realiza gracias a un Fondart y pretende homenajear a los titiriteros con más de 40 años de trayectoria. Le lleva talleres donde ensañarán a fabricar y usar muñecos, y además los asistentes a las actividades gratuitas podrán aprender sobre la historia del antiguo arte y conocerán la titerapia, que, según Olmos, termina con el estrés.

El mono corpóreo nació con el nombre de Gaspar y participaba de un espacio llamado El Club de la Gente Chica. Lo fueron a ver de Patio Plum "y quedó porque a Samuel y a la Monona les faltaba una mascota". Pero Olmos debió insistir para que el perro pudiera hablar porque lo querían mudo.

Estuvo ahí desde el 82 hasta el 90, y un año después el programa pasó a mejor vida. "Fue un error irme porque el personaje no era bueno para animar, a él le sucedían cosas y debía estar al servicio de un animador", explicó.

Famosa es la participación de Los Prisioneros en 1986 cuando tocaron junto a los actores y los muñecos de la Familia Cortínez. "Ellos eran fanáticos del Perro Lenteja, en ese minuto no tenían tanta fama y no se creían el cuento", contó.

- ¿Ustedes eran de izquierda?

- Sí, todos. Y como éramos opositores al gobierno estábamos medio censurados, no podíamos hacer ni decir algunas cosas.

- ¿Pero igual metían la puntita?

- Sí, cuando queríamos la metíamos. Cuando era el 11 de septiembre no podíamos hablar ni siquiera del pronunciamiento militar, pero nosotros elevábamos volantines y decíamos: "¡Se va a ir cortado el volantín, ya se va a ir cortado el volantín!" Y nos hacíamos los huevones.

- ¿Y pasaba?

- La mayoría de las veces lo editaban, pero a veces pasaba igual nomás.

- ¿Ganaste plata?

- Gané harta plata. Es que hacía muchos eventos afuera. Gracias a eso me he sostenido en el tiempo y por eso mi compañía lleva mi nombre.

- ¿Hoy podría volver Patio Plum?

- Imposible, los actores están viejos, el único que se mantiene vivo y vigente es el Perro Lenteja, porque no se le ven las arrugas.

La palabra cachilupi aún es usada por algunas personas y nació por casualidad. En una grabación los actores jugaban al cachipún, "entonces en vez de decir cachipún, dije cachilupi, y todos me quedaron mirando porque no estaba en el libreto. Me preguntaron qué significaba y les dije: Buena onda, bien, el descueve, extraordinario, bonito, apoteósico".

- ¿Alguna anécdota del perro? 

- Un día un joven se me acercó y me dijo: "Gracias a usted estoy vivo", porque participé de un beneficio cuando él era niño y necesitaba un trasplante de médula. Fue emocionante y me puse a llorar.

- ¿Han cambiado los programas infantiles?

- Ya no se hacen programas infantiles, se deben hacer programas para niños. Antes eran como más huevones, ahora el cabro chico es más inteligente y astuto.

- ¿Qué opinas de Barney?

- No sé qué sexo tiene, eso es lo que me incomoda. No representa nuestra realidad, pero para los empresarios es barato y por eso no hacen programas acá, creen que los cabros son huevones.