Un pato malo en Antofa escapó al estilo Acuamán del largo brazo de ley, al lanzarse como pirigüín al mar escapando de los polis que lo llevaban al tribunal a un control de detención.

El jurel tipo salmón, identificado como Sebastián Campillana, tenía que enfrentar a la justicia por una acusación de violencia intrafamiliar contra su ex pareja de 20 años, y estaba siendo trasladado por personal de carabineros al Juzgado de Garantía de Antofagasta.

Estaban en esa, cuando en un abrir y cerrar de ojos de los guardianes, el piraña movió las aletas y rajó rumbo al terminal pesquero, por lo que se inició una persecución que terminó cuando el discípulo de Nemo se lanzó al mar.

Según señaló el subprefecto de servicios de Carabineros, teniente coronel Edgardo Ponce, el personal policial dio aviso inmediato a la gobernación marítima, que envió un bote con buzos tácticos que le cortaron de una las ganas de nadar a la piraña escurridiza, quien al final fue subido a un bote de pesca artesanal capitaneado por un carabinero que las tuvo que hacer de improvisado marino.

"Los reos debían pasar a control de detención, y uno de ellos, al momento que se produce la entrega de los detenidos en los estacionamientos interiores del tribunal de garantía, logró evadirse al empujar a uno de los carabineros", relató Ponce.

Una vez que fue laceado, fue trasladado a constatar lesiones y, pasado a jurel, volvió al tribunal aunque ahora con otra yayita para su historial.

A LA JAULA

Durante la tarde de ayer, la jueza de garantía, María José Saavedra, dejó en prisión preventiva al Nemo por una serie de delitos que se había echado al pecho, como desacato, violación de morada, maltrato de obra a carabineros, lesiones leves y hurto.

"Es un peligro para la seguridad de la víctima y para la sociedad, ya que el imputado ha mostrado cero respeto por las normas sociales y por este tribunal", señaló la jueza.