Estaba tomándome un café con unas amigas, cuando la Alejandra comenzó a hablar de la influencia de los colores en nuestro estado de ánimo. Todas sabemos que el negro puede ser lúgubre o elegante y que el rojo se asocia a lo pasional, pero no sabía que existía un término para denominar este efecto: Cromoterapia. Alejandra, que es cosmetóloga de The Body Shop, nos explicó que la elección de un color logra influir en nuestro subconsciente, pudiendo utilizarse como terapia. Al momento de elegir uno, hay que tener en cuenta nuestra personalidad y qué buscamos.

El amarillo tiene un efecto antidepresivo, porque es el color de la alegría; el naranjo favorece la comunicación y diversión; el rojo es un color excitante y estimulante que asociamos a la seducción; el verde nos ayuda a disminuir la tensión y el estrés; el azul es beneficioso en situaciones de estrés y nerviosismo; el negro baja la energía, por lo que es ideal para cuando andamos hiperactivas, volátiles y dispersas; el morado eleva nuestra espiritualidad; el celeste nos brinda armonía, tranquilidad y arte; el rosado potencia placeres, el amor y la sensualidad, mientras que el blanco nos calma y nos entrega sensaciones positivas.

De esta forma, sería bueno que empezáramos a escoger nuestra ropa o maquillaje de acuerdo a lo que queremos transmitir.