Una de las más escalofriantes historias de abusos sexuales en contra de menores, que se extendió por más de diez años, tiene conmocionada a la comunidad de Rancagua.

¿Los protagonistas? Dos sicólogos que fueron coordinadores del retiro espiritual "Revive" de la parroquia San José de la capital de la Región de O'Higgins y que habrían aprovechado su posición de poder para vulnerar a niños de entre 14 y 17 años, que formaban parte del grupo de la pastoral.

Se trata de Víctor López y Eduardo Rojas, quienes están en prisión preventiva desde el viernes pasado y que son investigados por 8 denuncias de abuso sexual reiterado a menores de edad desde el 2005, aunque los 30 testimonios los inculparían en otros casos.

López era profesor de inglés y religión de los colegios República de Argentina y Óscar Castro, mientras que Rojas era diácono permanente de la Iglesia Católica.

Uno de los detalles más estremecedores de la investigación que reveló el Ministerio Público, es que los coordinadores de la pastoral se hacían llamar "supremos" y las víctimas eran denominados "hijos" o "hijitos".

"Eran menores que tenían cierto grado de vulnerabilidad y que formaban parte de un selecto grupo. Precisamente, estos niños son los que sufrieron los abusos", explicó a La Cuarta la fiscal a cargo de la investigación y experta en casos de abusos sexuales, Gabriela Carvajal.

Pero todavía hay más. La profesional señaló que de acuerdo a las indagaciones y los testimonios de los propios niños, Rojas les habría suministrado clonazepam, un medicamento para dormir, antes de someterlos a abusos sexuales. "Cuando se hizo la incautación en su domicilio a raíz de la investigación se encontró este medicamento", señaló la fiscal de Rancagua.

Agregó que, de acuerdo a lo los testimonios de los niños y niñas que participaron en el grupo, los abusos se habrían cometido en colegios, en sus consultas privadas, en oficinas del Pequeño Cottolengo de Rancagua y hasta en los domicilios particulares de los adolescentes.

Intento de suicidio

Tras las primeras acusaciones, que se materializaron en junio del año pasado, uno de los sicólogos intento suicidarse de un disparo en la cabeza y su colega habría escapado de la ciudad, pero al poco tiempo regresó.

"A nosotros nos daba curiosidad lo qué hacían los fines de semana y cuando les preguntábamos solo decían ven y verás. Ellos nos manipulaban para que les dijéramos papá y ellos nos dijeran hijo para ganarse nuestra confianza", señaló Rafael, una de las víctimas, al programa Informe Especial de TVN.

Hoy ambos acusados esperan los resultados de las investigaciones que se extenderán hasta la segunda semana de diciembre y que determinarán si los imputados serán sometidos a o no a juicio.

Víctor Lobos es investigado por Abuso sexual, violación, almacenamiento de material pornográfico y sodomía.

En tanto, Eduardo Rojas está acusado de abuso sexual y estupro.