La caspa es la formación excesiva de hojuelas o costras de piel muerta formada en el cuero cabelludo. Si bien la mayoría de las veces se debe a un champú, hay otras en que puede ser síntoma de alguna enfermedad.

La seborrea, la psoriasis, la micosis o la pediculosis son cuatro motivos por los cuales usted puede llegar a tener caspa repentinamente, así que ponga ojo y visite a un dermatólogo.

También se puede tener caspa, por una alimentación deficiente en zinc. Éste puede encontrarse en alimentos como las ostras, el pavo, el cerdo y algunos tipos de frutos secos.

La creencia popular es que mientras menos se lava el cabello, menos caspa tendrá; sin embargo, los especialistas recomiendan todo lo contrario. El uso de champús basados en ácidos ayuda a restaurar la acidez al cuero cabelludo, descomponiendo los aceites y evitando que las células de piel muerta se acumulen en montones visibles.

Las formas severas de la caspa, particularmente si son acompañadas por la formación de hojuelas o escamas en otras partes del cuerpo, deberían tratarse por un dermatólogo.