Hoy es muy difícil que alguien no cache que el MP3 es un formato de audio.

Su popularidad salta a la vista, porque un lote de gente anda arriba de la micro y en el metro con los audífonos puestos para escuchar música.

La gran mayoría lo hace en un reproductor de MP3 o en un teléfono, lo que es casi lo mismo ahora.

Toda esta locura se desató en marzo de 1998, cuando la empresa Saehan Information Systems lanzó el Mpman F10, que tenía una capacidad de 32 megas y alcanzaba a almacenar cerca de 10 canciones. Pocazo.

El MP3 es un archivo de audio comprimido. Tiene la gracia de ser liviano (más o menos 3 megas por canción) y sin perder casi nada de fidelidad. Quienes tienen la paila más desarrollada, obviamente no escuchan tan bien, pero a la barra le da lo mismo porque los reggaetones se oyen pulentos.

Lo otro bueno es que ya no hay necesidad de usar casetes o cidís que se caen y rompen.

Basta con una buena memoria y listo. Se puede llevar la música donde uno quiera.

Por eso las empresas se han preocupado de fabricar reproductores de MP3 con mejor diseño y mayor almacenamiento.

En estos 10 años, la empresa Apple se puso a la cabeza lanzando su iPod, que ahora tiene una versión cotota llamada iPod Touch, que tiene una pantalla que se maneja con la yema del dedo y que no sólo es bonito, sino que lo dejará con sus amigotes como una persona sofisticada y bacán.

Gianluca Bufalini G.