"¡Por favor ayúdennos! ¡Nos estamos quemando en la cárcel de San Miguel!".

Estas serian las desesperadas palabras que habría utilizado un reo al realizar la primera llamada de alerta de incendio por celu, cerca de las 5 de la mañana, con el objeto de avispar a Bomberos de las terribles lenguas de fuego que cubrían el módulo 5 del recinto penitenciario sanmiguelino.

La afirmación la realizó José Quezada, padre del reo Antonio Quezada que pereció calcinado en el siniestro que afectó el recinto penitenciario de la zona sur de la Capital.

El padre de la víctima también contó el calvario de su propio hijo.

"Mi niño era primerizo, recién había salido de Cuarto Medio y ahora le pasó esto", señaló don José.

Quezada se enteró por televisión el miércoles de la muerte de su hijo, desde entonces que no para buscando una respuesta que le dé tranquilidad sobre el incendio.

"Me entrevisté con el ministro de Justicia y el director del Servicio Médico Legal. Busco una respuesta porque esto me parece injusto. Estoy viendo la posibilidad de hacer una demanda al Estado por esta terrible situación".

El hombre agregó que no niega la responsabilidad que a él le cabe en las tristes circunstancias que debió enfrentar su hijo.

"No niego y hago una autocrítica, yo trabajo mucho, me dediqué mucho al trabajo y descuidé a mis hijos. Ellos los dejé al cuidado de mi mujer que ahora sufre de Lupus", dijo Quezada.

El hombre reconoció que lamentablemente tiene otro niño, menor de edad, internado en un centro penitenciario de la ciudad de Graneros.