Cecilia Vergara Trejos (62) conoce cada rincón de la Posta Central. En sus 48 años de servicio ha visto de cerca la desgracia, pero también ha observado en el rostro de algunos pacientes la dicha de un nuevo día de vida. Hoy el hospital cumple cien años y ella sigue al pie del cañón.

En el Hospital de Urgencia de la Asistencia Pública HUAP la Ceci ha pasado casi toda su vida. Llegó de cabra, con catorce años, con el afán de ganar unos pesitos para ayudar a su familia. Hace tres años es la Jefa de Ropería y se encarga de tener de punta en blanco y bien limpiecitos a doctores, funcionarios y pacientes.

"Llegué como pollo. Empecé como auxiliar de alimentación en la antigua casona, en la calle San Francisco en el Centro. En esa época era todo más artesanal, nosotros servíamos la comida en unas ollas grandes, que íbamos pasando por las piezas. De repente, hasta me tocaba cocinar", confesó.

Laburando en el recinto se enteró que fue un doctor, Alejandro del Río Soto, quien inauguró la Posta Central el 7 de agosto de 1911.

Supo también que en sus inicios los heridos eran llevados por la policía a sus cuarteles donde los atendían estudiantes de medicina.

Luego de 23 años a cargo de la comida, "Rapunzel" - como le pusieron los doctores y enfermeras debido a que tenía un par de trenzas tan largas que bajaban desde la UTI hasta la Urgencia - se encargó de la bodega de abastecimiento.

En eso estaba cuando se trasladó en 1967 al actual edificio, ubicado en la calle Portugal. Acá todo era hermoso y moderno para ella. "Estuvimos varios días llevando las cosas de un lugar a otro. Subíamos camas y veladores a la ambulancia para llevarlos a la Posta. Cuando llegamos era como un mundo nuevo", afirmó la mujer, madre de cuatro hijos.

Durante su larga trayectoria, en el hospital se vivieron varias papitas. Se recibió a los sobrevivientes uruguayos que vivieron una pesadilla en la Cordillera de los Andes y el nosocomio aguantó dos terremotos, el 85 y el año pasado.

"Han pasado cosas muy fuertes en este lugar. Es algo que te marca, porque uno se da cuenta que participó de un momento histórico de un país", relató Cecilia.

Lo que sí se le grabó a fuego fueron los primeros elementos que se utilizaron en el recinto hospitalario: "Las camas eran muy distintas a lo que son ahora. Eran menos flexibles. Me acuerdo de un paciente que tenía una fractura en la columna y le tuvimos que poner una banca bajo la cama para que estuviera más elevado. Eran otros tiempos".

"Rapunzel" aseguró que es la única funcionaria que va quedando de esos años: "El resto ya se ha retirado. Para mí es un orgullo llevar tanto tiempo".

Agregó que espera cumplir 50 años de laburo para cachar la manito de gato que le harán al recinto a partir de marzo y que contempla siete nuevos pabellones, 24 camas intensivas en lo será la nueva urgencia: "Lo más importante es que beneficie a todos. Y espero estar para verlo".