Una mochila con dos extintores, cada uno con 1,5 kilos de pólvora negra en su interior y amarrados a un reloj detonador, tuvieron de cabeza por cinco horas a personal del Gope. Si no fuera porque los malandras no ajustaron bien los cables que unían el dispositivo, estaríamos contando una tragedia.

Cerca de las 7.45 de la mañana, Carabineros recibió el llamado de alerta sobre un sospechoso bolso de color café tirado en la puerta de una sucursal BancoEstado, ubicada en la intersección de las calles José de la Estrella con avenida La Florida.

Al ver el paquete, los verdes no dudaron en cerrar las 10 cuadras que rodeaban el recinto, debido a la posibilidad de una explosión.

"Se detectó por parte del guardia un objeto sospechoso, el que fue periciado por el Gope para saber si era un artefacto real o simulado", contó el fiscal a cargo, Pablo Sabag,

Según el investigador, los sujetos que instalaron la bomba no conectaron los cables que unen los extintores. El reloj del dispositivo estaba programado para hacer ¡pum! a las 09:00 hrs.

El vigilante de la sucursal, Waldo Pizarro, aún no se ponía su traje de "Segura" cuando cachó un bolso extraño, por lo que altirante llamó a los polis. "Vi la mochila botada en la puerta del cajero automático y di aviso de inmediato al 133", relató aún con la pera tiritona el guardia, quien comentó que el personal de seguridad no tiene autorización para manipular objetos sospechosos.

Según contó la fiscalía, junto con la mochila, los extintores y el reloj detonador se encontraron en el lugar panfletos firmados por el "Grupo Proletario 8 de Diciembre".

En los papeles se podían leer consignas a favor de los reos fallecidos en diciembre pasado, en el incendio de la cárcel de San Miguel, además de frases que hacían alusión a vengar sus muertes.

"Generalmente las últimas adjudicaciones no son grupos reales, sino que son simples reivindicaciones con distintos títulos. En este caso se hace alusión al incendio de la Cárcel de San Miguel, y en su interior, algunas palabras de venganza por la muerte de los reclusos", contó el fiscal Sabag sobre las consignas.

Sabag comentó que en el último año personal de Carabineros acudió a 100 avisos de bombas en distintas instituciones, y que el uso de extintores y detonadores era característico de grupos anarquistas.

Recordó que los inculpados por el "Caso Bombas" tenían el mismo modus operandi para instalar los explosivos.

Durante la tarde, en dependencias del Gope y después de las pericias correspondientes, un grupo táctico logró desactivar el artefacto.