El crudo relato de mujer cuyo vecino le cortó los dedos por negarle un beso

Agresor de 26 años la atacó con un hacha en el sector de Chaicas, en Puerto Montt. Víctima había aceptado su solicitud de amistad en Facebook cinco días antes.

"Mi hijito se despertó, me vio ahí, con el piso lleno de sangre". Con estas palabras, Mirza Ojeda Torres recordó lo sucedido el pasado viernes 24 de mayo, cuando aceptó la visita un vecino a su hogar ubicado en el sector de Chaicas, en Puerto Montt.

"Siempre me envió solicitudes de amistad. Un día yo le acepté la solicitud, que fue cinco días antes", detalló.

"Me contactó, me dijo que lo invite a mi casa a tomar mate", agregó, sobre la insistencia del futuro agresor.

Luego de aprobar la reunión, en la que también participaron sus pequeños hijos, el victimario mostró su cara más amable en un principio. "Llegó como a las 21.00 con unas papas para compartir con mis hijitos", reconoció Mirza al matinal Muy Buenos Días.

Horas más tarde, cuando los pequeños se fueron a dormir, el hombre de 26 años "comenzó a sobrepasarse. Me quería besar y yo no quise. Empezó a insistir, y yo nada. Siempre le dije que era como amigo. De tanto que intentó pasarse yo lo eché de mi casa y se fue".

Tras irse a dormir, Mirza contó que escuchó un ruido afuera y salió a mirar. "Vi a dos personas, él con su sobrino. Sentí un golpe en la cabeza y no sé cuánto tiempo habrá pasado. Desperté y me faltaban dos dedos, tenía la muñeca hecha pedazos", relató.

"Pensé que me había atacado con un machete. Ni siquiera alcancé a ver con qué me atacó. Después me dijeron que era un hacha", agregó.

Pequeño héroe

Finalmente, su hijo de 11 años le salvó la vida. El menor apareció en la escena y le presto ayuda. "Le dije que por favor llamara a una ambulancia, me dijo que no sabía llamar a la ambulancia. Le dije que llamara a Carabineros y ahí pudo contactarse", contó Mirza.

"Me puso una toalla y se sentó encima para que yo no perdiera más sangre", agregó.

Producto de la agresión, la mujer resultó con una fractura en dos vertebras y la amputación de dos dedos. En tanto, el agresor fue formalizado por agresiones graves. La justicia lo dejó en prisión preventiva hasta que dure la investigación.

"Cuando me recupere no sé dónde voy a ir con mis hijitos. Estoy sin trabajo, perdí todo lo que tenía, quedé en la calle, literalmente", concluyó la víctima.

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