Crónica

Retome tranqui la rutina así su hijo podrá imitarlo

Se creyó que el retomar las clases, las rutinas diarias y pasatiempos sería la mejor terapia para los pitufos y lolos que sufrieron las consecuencias sicológicas del terremoto.

Sin embargo, aunque ya pasó más de un mes del cataclismo, algunos siguen con altos niveles de estrés post-traumático.

Según Fernanda Orrego, sicóloga infanto-juvenil del Centro Médico Vidaintegra, este síndrome puede manifestarse de varias formas: Desde querer volver a dormir en la cama de los papis y tener pesadillas, hasta perder o aumentar su apetito.

La mejor manera de ayudarlos, explica la especialista, es que los adultos también retomen la tranquilidad y seguridad previa al terremoto. Además, da una pauta a seguir según la edad del retoño:

n Entre 1 y 4 años: Debe mostrarse como alguien capaz de protegerlo y al que pueda acudir cuando tenga miedo. Si dormía solo, es bueno que retome esa rutina, recuérdele que antes lo podía hacer y se sentía seguro.

n Entre 5 y 8 años: Explíquele qué son los terremotos, pídale que dibuje sobre sus sentimientos o del guaracazo en sí. Dígale la verdad si pregunta si habrá otro cataclismo, afirme que nadie lo sabe, pero enfatice que hará lo posible para que lo enfrenten bien.

n Entre 9 y 12 años: Es importante crear espacios de conversación, donde puedan expresarse. Escuche las emociones de su hijo e incentívelo a que converse con sus amigos sobre sus emociones de la experiencia.

n De 13 años en adelante: Los adolescentes tienden a usar más a su grupo de pares para conversar sobre sus experiencias. Sin embargo, es bueno que los padres conversen con ellos sobre cómo sintieron el terremoto.

Se creyó que el retomar las clases, las rutinas diarias y pasatiempos sería la mejor terapia para los pitufos y lolos que sufrieron las consecuencias sicológicas del terremoto.

Sin embargo, aunque ya pasó más de un mes del cataclismo, algunos siguen con altos niveles de estrés post-traumático.

Según Fernanda Orrego, sicóloga infanto-juvenil del Centro Médico Vidaintegra, este síndrome puede manifestarse de varias formas: Desde querer volver a dormir en la cama de los papis y tener pesadillas, hasta perder o aumentar su apetito.

La mejor manera de ayudarlos, explica la especialista, es que los adultos también retomen la tranquilidad y seguridad previa al terremoto. Además, da una pauta a seguir según la edad del retoño:

n Entre 1 y 4 años: Debe mostrarse como alguien capaz de protegerlo y al que pueda acudir cuando tenga miedo. Si dormía solo, es bueno que retome esa rutina, recuérdele que antes lo podía hacer y se sentía seguro.

n Entre 5 y 8 años: Explíquele qué son los terremotos, pídale que dibuje sobre sus sentimientos o del guaracazo en sí. Dígale la verdad si pregunta si habrá otro cataclismo, afirme que nadie lo sabe, pero enfatice que hará lo posible para que lo enfrenten bien.

n Entre 9 y 12 años: Es importante crear espacios de conversación, donde puedan expresarse. Escuche las emociones de su hijo e incentívelo a que converse con sus amigos sobre sus emociones de la experiencia.

n De 13 años en adelante: Los adolescentes tienden a usar más a su grupo de pares para conversar sobre sus experiencias. Sin embargo, es bueno que los padres conversen con ellos sobre cómo sintieron el terremoto.

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