La detención y posterior prisión preventiva en la que quedó Harold Vilches, conocido como el “Rey Midas” chileno, dejó con curiosidad a varios.

Vamos por parte, señores. En primer lugar, según relata la mitología griega, Dionisio, el dios de la vendimia y el vino, le otorgó al monarca el poder de convertir en oro todo cuanto tocara. Y aunque usted no lo crea, el muchacho de 23 años desarrolló un don similar al hacer aparecer en Chile una importante cantidad de oro, legalizarlo y exportarlo, para generar una enorme fortuna.

En segundo lugar, la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó la prisión preventiva del muchacho al ser declarado un peligro para la seguridad de la sociedad y de fuga. Esto llevó a muchas criaturas a jurar de guata que llegaría a convertir en oro los barrotes del penal Santiago Uno. ¿Serán?

En tercer lugar, según la fiscalía en tres años logró amasar una fortuna de 80 millones de dólares en operaciones de contrabando. Eso significa que ganó más billete que el mismo Alexis Sánchez y Arturo Vidal. Sin embargo, de nada le sirvió.

Junto al estudiante de ingeniería comercial cayeron su esposa, Scarlett Rivas; su suegro, Carlos Rivas Araya; su cuñado, Javier Concha Montes, y el corredor de Essex, Pedro Mella. Mientras que Dagoberto Muñoz, según dateó la Fiscalía Occidente, se encuentra prófugo y la Brigada antinarcoticos aeropuerto de la PDI le sigue los pasos.

PENAS

El futuro no es auspicioso para el “Rey Midas”, porque el fiscal de Alta Complejidad Occidente, Tufit Bufadel, lo formalizó por los delitos de asociación ilícita, contrabando, declaraciones maliciosamente falsas y lavado de activos.

¿Y las penas? Al delito de contrabando se le aumentan dos grados: el oro tiene un impuesto adicional y el delito es reiterado.

Para el abogado Mario Schilling, “en estos casos las penas van desde los cinco años y un día hasta los diez. Ahora, si esta persona tiene irreprochable conducta anterior y colabora con la investigación, la sentencia baja considerablemente”, sapeó.

El persecutor señaló que el joven arriesga penas que parten en los cinco años y un día. “Están dado por el lavado de activos y por el contrabando”.

¿Y por los otros delitos, ah? Schilling concluyó que “las penas son absorbidas por el delito base; es decir, si es condenado a diez años y tiene otra por tres años y un día, se considera la primera y no se le suman”.