Esta es la historia de dos compipas del barrio alto, que de repentón les vinieron unas ganas terribles de estar en Pichilemu, atacando las encrespadas onda marinas. Soñaban con unas competencias wave, freestyle, slalon y regata. O sea, unos auténticos reyes de las olas, pero que acabaron mal y metidos de una en el "mall de la justicia", formalizados por el choreo de tres caronas tablas de windsurf.

Según relató el fiscal Roberto Contreras, de la Zona Metropolitana Oriente, los amigos Sebastián Andrés Vásquez Arriagada (22) y Juan Ignacio Arroyo Paredes (23) llegaron cerca de las 2.15 horas del lunes hasta el local Windsurfing Chile, en la avenida Las Tranqueras de la comuna de Las Condes, donde habrían acudido con muy malas intenciones a bordo del toco de la hermana de Arroyo.

El fiscal Contreras detalló que los manilargas pusieron un piso metálico para hacerse patita y se encaramaron sobre el muro de la tienda deportiva, rompieron el cerco eléctrico que protegía la propiedad y les echaron el guante a tres exclusivas tablas de windsurf, de un palo y medio cada una.

Tras el choreo, los dos migotes habrían apretado cachete a toda velocidad por unas 10 cuadras, para fondearse en el departamento de Arroyo, pero un buen ciudadano que cachó la movida los sapeó a Carabineros.

La rápida respuesta de los polis permitió que los verdes lacearan a Vásquez, quien según los uniformados fue encontrado cuando se hallaba oculto en la escalera del edificio. El joven fue formalizado por robo con fuerza en lugar no habitado y quedó libreta.

Posteriormente, tras el dato del primer detenido, los uniformados detuvieron en su departamento a Arroyo, quien ayer también fue formalizado por el mismo delito y después se fue para su casa, con el compromiso de no meter las patas durante un año para que su incursión en el mundo del delito se olvide para siempre.

"Esto es más grave de lo que se piensa, porque el robo fue premeditado, con preparación. Del miércoles para el jueves ya se habían subido sobre el muro, movieron las tablas, se fijaron si estaban ancladas y les tomaron el peso. Estudiaban la situación para volver después", sostuvo Diego Gallardo, gerente comercial de Windsurfing Chile.

El ejecutivo afectado agregó que durante esa noche de tanteo las cámaras de seguridad del local lograron inmortalizar a los pirulos rateros, pero inexplicablemente el día del manotazo algo interfirió con su circuito cerrado de televisión.

"Esto no fue casual. No es, como argumentaron ellos, que iban pasando y poco menos que se encontraron con las tablas. Me da la impresión que cachan harto, que saben lo que hacen, porque lograron bloquear las cámaras justo durante el robo", narró Gallardo, quien se querellará contra los jóvenes.

Tras sufrir el robo de la tienda de Las Tranqueras, lo que dejó más ¡plop! a Gallardo fue la razón que habrían argumentado los imputados, en su declaración a la policía, para cometer el ilícito.

"Dijeron que habían ido al casino y perdieron mucho dinero, por lo que necesitaban devolver parte de la plata. Según ellos iban pasando por aquí y pensaron en las tablas de windsurf, pero yo insisto en que ya lo tenían planificado, porque los grabé", reiteró el gerente de Windsurfing Chile.