Como Diosito los echó al mundo encontró ayer Carabineros a un par de asustados pololos que salvaron milagrosamente con vida tras desbarrancar el auto en el que jugaban al violín gitano, en el Morro de Arica.
La jornada de arrumacos y confesiones del tipo "eres el sol de mi existencia" acabó abruptamente a las 6. 30 de la matina.
A esa hora, la pareja se encontraba estacionada en el sector Arenillas Negras del Morro de Arica, cuando ocurrió lo impensado.
El toco en el que hacían la extraña pose del picaflor con espasmos comenzó a andar sin que el hombrón le hubiese puesto primera. Se presume que ante tamaña emergencia los tortolitos sólo atinaron a mirarse y a colocar su destino en manos del Pulento.
Según testigos que acampaban en la zona, los pololos alcanzaron a saltar antes que el vehículo descendiera unos 40 metros ladera abajo.
"Venía a toda velocidad y sólo atinamos a llamar a la policía y a bomberos. Pensamos lo peor cuando lo vimos dar varias vueltas en el aire", contó a La Cuarta un turista curioso.
Tras acudir al llamado de auxilio, la policía encontró desnudos y en medio de los matorrales a Marisol y Cristián, ambos de 30 calendarios, aproximadamente.
Ante tan embarazosa situación, los dos optaron por cubrir sus rostros con las manos y evitar así todo contacto con los ágiles de la prensa.
El lugar donde ocurrió el accidente es utilizado como mirador por parejas que optan por un lugar más natural para jurarse amor eterno.
FRENO
Los primeros antecedentes de la investigación a cargo de la fiscal del Ministerio Público local, Ana María Cortés, apuntan a que se soltó el freno de mano del auto cuando ambos tortolitos estaban en lo mejor de la jornada.
El compadre y su pierna suave fueron trasladados en ambulancia hasta el Hospital Juan Noé, de Arica.
El parte médico confirmó que ambos presentan fracturas en sus extremidades superiores e inferiores, las que no revisten mayor gravedad.
"Fue un verdadero milagro que se salvaran. Si hubiese visto cómo cayó ese auto. No la cuentan dos veces", agregó el turista.
De acuerdo a peritajes de la SIAT de Carabineros, la densidad de la arena impidió que el auto agarrara más velocidad, con lo que se evitó la muerte de los furtivos amantes.
Andrea Ramos
