Ya no les bastó a los mozalbetes de Azul Azul reventar el celular de prepago con llamadas a Lima, todas al mismo destinatario, sino que sus emisarios viajaron a la capital peruana para encontrarse con el que quieren que se siente en la banca de la "U" el 2011: Gustavo Costas.

Hasta el departamento de "Chocostas", ubicado en el distrito de Miraflores y que tiene una envidiable vista al Pacífico, los enviados del Bulla entraron a dorarle la píldora al deté chascón con un arma secreta, aparte de las lucrecias: Las diapositivas de las instalaciones laicas en La Cisterna. Con el jacuzzi, Costas quedó loco.

Pero las movidas de los plumíferos no pasaron inadvertidas en el barrio cuico de los cholitos. por lo menos no para el presidente del Alianza de Lima, Guillermo Alarcón, que ayer salió a amarrar a Costas y aseguró que el técnico "tomó la decisión de rechazar la oferta de la 'U' de Chile porque quiere sacarnos campeón el próximo año, pe".

"Gustavo realmente ha demostrado ser una persona leal durante estos años y estoy tranquilo con su decisión", agregó Alarcón, que se quebró: "Mientras aquí hablan de que Costas ya cumplió su ciclo en Alianza, otros equipos lo quieren". Y no deja de tener razón, porque al argentino lo tasaron los che de Colón de Santa Fe y Barcelona de Guayaquil, con anterioridad. Ayer, Costas tuvo una reunión con el directorio de su club.

Los magnates azules no descansan y trabajan a tres bandas. El Leo Astrada reconoció contactos y, en paralelo, le quieren levantar a Labruna al Audax. Y hasta el Cholo Simeone se candidateó. Lo concreto es que Pelusso está pedido.

"De que hubo un altercado, lo hubo. El problema es que haya salido para afuera, porque en ese momento sólo estábamos los jugadores", reflexionó Miguel Pinto, cachudo porque al leer los diarios hoy, el plantel se encontró con que el choque ocurrido en la práctica del miércoles entre Edson Puch y Colocho Iturra salía en colores, incluso "con las palabras textuales" y sentenció: "Tarde o temprano se tomará una decisión y se sabrá quién fue".

El Corralero Abarca, quien  negó haber recibido una chuleta al tratar de separar a sus compas, aseguró que "fue un intercambio de opiniones". Una opinión le llegó a él.