¡Se pasó! Onur chilensis protagonizó "Las Mil y Una Estafas"

Con dos sensuales entradas, pelo corto, así la callulla, barba a medio crecer y una sonrisa radiante, el joven Sebastián Onur Aksal vendía números de rifa a luca en el Terminal Sur de Santiago.
Este chiquillo encantaba a las mujeres con sus rasgos similares al personaje principal de la teleserie de Mega Las Mil y una Noches, Onur, técnica con la que hizo caer en sus redes hasta a las abuelitas.
El cuento de este turco más falso que billete de tres lucas comenzó la semana pasada, cuando le envió un mail a seguridad del Terminal para solicitar permiso para ofrecer una rifa dentro del lugar.
Contó que era estudiante de medicina de la Universidad de Chile y que con la plata iba a costear los medicamentos de la gente de escasos recursos que se atendía en su casa de estudios, además de pagar parte de su carrera.
"El fundamento de su apoyo era bonito. Iba en beneficio de personas humildes", soltó al diario pop Juan Carlos Cabrera, asesor de seguridad del Terminal.
Finalmente le dieron el visto bueno y el Onur chanta comenzó a operar el día martes 17 de junio.
Entre los premios a repartir aparecían dos pasajes a Isla de Pascua y un LCD de 50 pulgadas. La oferta era tentadora.
"Era extremadamente simpático y bonachón. Su eslogan de padre turco y madre valdiviana provocaba la atención de la gente. Además les explicaba cómo era la sociedad turca, el protocolo que había en su familia y lo machista que eran. El estafador se aprovechó de la moda de la telenovela".
Tres días alcanzó hacer de las suyas este sujeto y el viernes pasado fue detenido por personal de la 21 Comisaría de Estación Central.
Uñas sucias
Onur salió pillado en menos de que cantara un gallo por una serie de eventos desafortunados.
A Cabrera lo dejó cachudo que en el delantal estuviera escrito Sebastián Onur, cuando ambos son nombres. "Mi hijo estudia odontología en la Chile y en su traje clínico aparece la primera letra de su nombre y luego el apellido, no los dos nombres".
Otro detalle fueron sus uñas sucias, algo raro en un médico, que usara la misma polera tres días y que Carlos Akel, secretario de Estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, haya jurado de guata que este personaje no era pupilo de medicina.
"No portaba credencial y se la pedí en varias oportunidades. Además, le mandé todos los documentos a Carlos Akel, quien señaló que nunca fue estudiante de la U. de Chile. Por otra parte el mail desde donde envió la solicitud de permiso era falso (tenía el logo de la Universidad) y no existía la señora Antonieta Andrade, a quien nombró como patrocinadora de la rifa y como jefa del departamento de educación".
De hecho, Carlos Akel apareció en "La Mañana de Chilevisión" declarando que efectivamente no conocía al supuesto pupilo.
La olla se destapó el viernes, cuando se descubrió que Sebastián Onur era en realidad Héctor Bravo Ávila, un conocido estafador .
Entre sus antecedentes, según el cocido matinal, aparece ejercer la profesión de médico de forma ilegal. Por ejemplo, se hacía pasar por cirujano plástico y les prometía implantes a sus "pacientes".
Otras personas aseguran que lo han visto vendiendo rifas en un Jumbo de Vicuña Mackenna y en el Lider de Pajaritos en Maipú, donde dijo que era estudiante de veterinaria.
Héctor Bravo fue formalizado, pero puesto en libertad por la fiscalía. Ahora espera ser citado nuevamente por la justicia, pues su caso está siendo investigado.
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