El secretario de Salud de la Región del Bio Bío, Mario Fernández, llamó a deponer la huelga de hambre de 33 mujeres encerradas en el Chiflón del Diablo desde el miércoles.

El galeno indicó que las condiciones de habitabilidad de la mina donde realizan su protesta no es adecuada y ya están sintiendo los efectos.

"Están a más de 300 metros de profundidad, la temperatura al interior de la mina es muy alta, de tal manera que algunas de ellas, especialmente las que están en condiciones físicas más malas y que tienen sobrepeso, ya están empezando a notar los síntomas del encierro", explicó Fernández a radio Cooperativa.

El médico indicó que en torno al yacimiento hay un operativo organizado para atender a las huelguistas en caso de que haya una emergencia mientras esperan un diálogo con el gobierno.

"No tengo ningún problema en recibirlas", dijo ayer la intendenta de la Región del Biobío, Jacqueline van Rysselberghe, mostrando una señal de acercamiento, aunque criticó la medida adoptada por las mujeres.

"Mientras no esté en riesgo su vida y no hagan daño se pueden quedar todo lo que quieran allí abajo", dijo la intendenta.

Las huelguistas exigen al Gobierno reponer el programa de empleos de emergencias en la zona, que fue afectada por el terremoto de febrero pasado.