En la acusación que pesa sobre la actriz María Soledad Pérez Peña hay un hecho sobre el cual no hay controversia: Está clarito como el agua que pasó por la caja del supermercado Lider de calle Rancagua con Seminario a las 8.20 de la noche del martes y no pagó unos sobres de jugo en polvo marca dietética Livean.

Ella dice que sólo fueron 15 y el parte policial precisa 20. Ella insiste en que "fue sin querer, un descuido", que los colocó "encima" de su cartera porque no encontró un lugar adecuado en el carro; mientras que el guardia acusador afirmó que "la mujer sustrajo productos desde el interior del supermercado para luego traspasar las cajas registradoras sin cancelar. Posteriormente, al salir del recinto, procedimos a la detención, encontrándole las especies sustraídas al interior de la cartera".

FRIOLERA

Preocupados por la alarmante acusación que culpa a la actriz de generosa anatomía de intentar pelarse la mercadería avaluada en la friolera de 3.979 pesos, tratamos de conversar con el encargado de seguridad del negocio para que nos mostrara las grabaciones de las cámaras de seguridad y comprobar con nuestro ojos la veracidad de la cuática. Pero los caperuzos del local no dijeron ni pío. Del caso, que está en manos de la Fiscalía Local de Ñuñoa, sólo se remitieron a ratificar su declaración a Carabineros.

INOCENTE

Para conocer los descargos de Soledad Pérez, la llamamos por cuernófono. Nos contó su versión con lujo de detalles. A medida que hablaba se iba enfureciendo por la que calificó como una "agresión" de los guardias del local de Providencia.

- ¿Qué te pasó con los jugos, niña por Dios?

- Me agredieron. No puedo hablar nada de eso porque voy a  querellarme.

- ¿Quién te agredió?

- No quiero decir nada. Eso lo va a manejar mi abogado.

- ¿Desmientes el hurto?

- Sí, claro. Yo fui agredida, tengo testigos, los guardias  inventaron, están acostumbrados a cargar a la gente. Fui agredida verbal y físicamente por los guardias muertos de la risa, haciendo causa común. Sobajeándome. Sobajeándome la cartera. Es súper grave lo que pasó. Estoy choqueada.

De acuerdo con Soledad, ella olvidó pagar los jugos y los guardias no la dejaron hacerlo cuando se lo enrostraron. Dije: "Sabe que estoy en otra (la verdad es que no andaba muy bien, porque estoy híper cansada), pero ¿sabe qué? Tome, aquí le pago los jugos".

"NEONAZI"

¡Ya cagaste, cagaste! Me respondieron, recordó, y según ella después la llevaron a un "sótano como un refrigerador" donde estuvo retenida "mucho rato".

Mientras tanto "ellos cuchicheaban y se mataban de la risa. Yo les pedía explicaciones y me decían que no tenemos nada que explicarte. Había uno con una pinta de neonazi que te mueres. Pelado, blancuchento, con aires de CNI y un odio contra mi persona increíble. Poco menos que me quería revisar entera; el cuerpo y la ropa".

Soledad llamó a su pareja, quien voló hasta el supermercado. "Mi marido es un caballero de tomo y lomo. Dame tu nombre les decía a los tipos y ellos se escondían. Nunca nos quisieron dar sus nombres.

- Todo por unos miserables jugos...

- Quedé choqueada. Anoche (martes) estuve pésimo, me tuve que tomar una pastilla para dormir, porque quedé para la cagada, nunca en mi vida me habían agredido de la manera que me trataron. Fue horrible. Me dijeron garabatos. Me tironearon, yo no sabía si me iban a violar o qué, porque los gallos tenían muy malas intenciones. Eran siniestros.

EL MAL EJEMPLO DE "GÜENONA" RYDER

Al igual que Sole Pérez, Winona Ryder también es actriz, pero la gringa tiene una fama de cleptómana que ha superado su reconocimiento profesional, a diferencia de nuestra compatriota, quien tiene su papel de antecedentes más blanco que el mantelito de la canción.

El 2002 la angelical Winona fue condenada por robar ropa y adornos para el pelo en un centro comercial de lujo por valor de 4.760 dólares.

Los responsables de seguridad de los almacenes afirmaron haberla cachado con sus ojos y luego en videos de vigilancia, cuando intentaba retirar los sensores colocados en las prendas de ropa.

Además, la policía que la detuvo manifestó que la popular actriz estaba en posesión de un fuerte analgésico, denominado Oxycodone, que necesita prescripción médica y ella no llevaba la receta correspondiente.

La cabrita fue condenada a tres años de libertad condicional y a pagar 6.355 dólares de indemnización y mil dólares a la corte por los gastos del caso.

Sedienta de lo ajeno, en marzo la actriz nuevamente fue sorprendida estirando la mano. En una farmacia de Hollywood se peló un maquillaje para las patas de gallo.

"No sé como llegó esto ahí", verseó abochornada ante el personal de seguridad de la farmacia, alertado por los sensores ubicados cerca de la salida. De ser condenada nuevamente, al ser reincidente, Ryder terminaría inexorablemente preciosa por un lapso mínimo de 3 peras y una guinda.

Por suerte para ella que los propietarios de la farmacia le salvaron la vida, porque cuando la actriz devolvió los cosméticos la dejaron ir sin presentar cargos judiciales.

Sebastián Foncea M.